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¿Cómo se forman las auroras boreales?

National Geographic | 27/04/2024 | 18:16

No importa cuántas veces las veas, las auroras boreales (y su equivalente en el hemisferio sur, la aurora austral) son un espectáculo etéreo e impresionante. Danzan silenciosamente en la atmósfera superior de la Tierra, formando láminas iridiscentes de luz verde y roja (o a veces azul y púrpura).
 
Aunque son comunes en las regiones polares y subpolares, a veces pueden verse auroras en latitudes más bajas, como ha sucedido recientemente en lugares tan meridionales como Florida e Inglaterra. Si tienes la sensación de que últimamente has podido ver auroras con mucha más frecuencia de lo normal, estás en lo cierto. He aquí por qué.
 
¿Qué son las auroras boreales y australes?
El astrónomo italiano Galileo Galilei acuñó el término aurora en 1619 en honor a la diosa romana del amanecer, creyendo erróneamente que se trataba del reflejo de la luz solar en la atmósfera.
 
En realidad, tanto la aurora boreal como la austral se deben a la interacción de los gases de la atmósfera terrestre con el viento solar: una corriente de partículas cargadas eléctricamente, llamadas iones, que salen disparadas del sol en todas direcciones.
 
Cuando el viento solar llega a la Tierra, choca contra el campo magnético del planeta, produciendo corrientes de partículas cargadas que fluyen hacia los polos. Algunos de los iones quedan atrapados en una capa de la atmósfera llamada ionosfera, donde chocan con átomos de gas (principalmente oxígeno y nitrógeno) y los "excitan" con energía extra. Esta energía se libera en forma de partículas de luz o fotones.
 
¿Por qué las auroras son verdes, rojas y, a veces, azules o moradas?
Los colores de las auroras indican en qué parte de la atmósfera y con qué gases ocurre todo esto.
 
Por ejemplo, un átomo de oxígeno excitado tarda casi dos minutos en emitir un fotón rojo, y si un átomo choca con otro durante ese tiempo, el proceso puede interrumpirse o terminar. Por eso, cuando vemos auroras rojas, lo más probable es que se encuentren en los niveles más altos de la ionosfera, aproximadamente a 240 kilómetros de altura, donde hay menos átomos de oxígeno que interfieran entre sí.
 
La aurora boreal ilumina el cielo nocturno detrás del emblemático volcán Kirkjufell de Islandia
 
En cambio, los fotones verdes se descargan en menos de un segundo, por lo que son más comunes en las partes moderadamente densas de la atmósfera, de 100 a 240 kilómetros por encima de la superficie terrestre.
 
En la parte más densa de la atmósfera, a menos de 100 kilómetros sobre la superficie del planeta, vemos una mezcla violácea de luces rojas y azules, los colores característicos del nitrógeno molecular.