Un libro es uno de los aspectos que marca la vida de un niño en México; 67 por ciento de los menores de 14 años leen por gusto, de acuerdo con la última Encuesta sobre consumo digital y lectura entre jóvenes mexicanos, por lo que es un apetitoso mercado para el sector.
De acuerdo con cifras de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), el género infantil es el tercer más vendido del país, superado por ciencia ficción y no ficción, pues representa 11 por ciento del valor total del mercado, es decir 839 millones de pesos anuales.
Explicó que esto se debe tanto por el interés de los niños por leer, de los padres por comprarles a los infantes para promover su desarrollo, y a un esfuerzo importante de los editores de obras infantiles y juveniles de vender a costos accesibles, pues a pesar de ser productos de alto gasto de producción, “hacen una gran labor para mantener los precios por debajo del promedio de otros sectores editoriales”.
Cifras de la Caniem muestran que el año pasado el precio promedio de un libro infantil fue de 203.15 pesos por pieza, 2.6 por ciento menor a lo que valía un año antes; sin embargo, es 24.8 por ciento superior a lo reportado en 2020.
Andrea Garza Ponce de León, presidenta del Comité de Libros Infantiles de la Caniem:
“Las editoriales de México forman parte de una industria dinámica, creativa y presente en todo el mundo, especialmente aquellas que publican libros para niños y jóvenes. Cada editorial tiene propuestas que contribuyen al propósito de promover la literatura y, por lo tanto, la cultura. Este crecimiento ha llevado a un reconocimiento internacional”.
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