Isidra nos comparte que es ella, con ayuda de su parentela, quien realiza, no solo el cultivo de la mora, alimento de los gusanos de seda, sino que además, son también ellos los encargados de la crianza de estos animales, los cuales los colocan durante tres semanas en una especia de cama de metal sobre papel periódico, para posteriormente realizar su limpieza cada tercer día.
Posterior a esto a la quinta semana aproximadamente, ya serán gusanos adultos (maduros), mostrándose listos para su selección y el siguiente paso, que radica en subirlos "a los montajes", donde los dejan tres días, con el fin de que formen el capullo. Seguido de esto, vuelven a dejarlos una semana, pues "la seda lo pega con pura saliva, y lo tenemos que dejar secar" , para enseguida cosechar y seleccionar cuál será destinado a capullo crudo y cuál será para hacer el hilo para la realización de aretes y otros productos.
La artesana nos platica que, debido a las altas temperaturas, llevan a cabo la crianza en el mes de octubre, y es un proceso conformado por 20 mil gusanos, los cuales obtienen en el Centro Nacional de Sericicultura a 1, 300 pesos la caja con 20 mil gusanos.
Aunque Isidra en sus inicios desconocía estas técnicas, nos comparte que gracias a un proyecto que implementaron en la zona escolar de su comunidad, fue que en noviembre del año de 1997 y con las ganas y, a su vez, la necesidad de aprender cosas nuevas, fue que la artesana comenzó en primera instancia, con la siembra, cultivo y cuidado de distintas plantas que formaban parte de dicha propuesta, para después, emprender el viaje a aprender, conocer y aplicar la técnica de elaboración de artesanías con el uso de la seda.
Y aunque antes de conocer este oficio Isidra ya se dedicaba a tejer carpetas y elaborar ollas de barro, no cambia por nada la creación de sus artesanías convertidas en bufandas, llaveros, pulseras y collares entre otros productos de los cuales también elabora con bordado tének.
Isidra, orgullosa de su cultura y del trabajo que realiza con sus manos haciendo uso de recursos que brinda la naturaleza, se siente feliz y dichosa de poder crear productos que poseen parte de sus raíces.
"La gente los adquiere, hay clientes que han comprado años atrás y regresan. Para nosotros es un gusto que la gente esté satisfecha con nuestras artesanías".
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