La Alcaldía Benito Juárez (bastión de los panistas) albergó un caótico ejercicio de proselitismo para Xóchitl Gálvez.
A la mera hora, en el de por sí conflictivo cruce de Avenida Universidad y Churubusco (y en hora pico), la candidata opositora se vio impelida a emprender una graciosa huida en medio del barullo de cientos de simpatizantes del PAN y del PRI apostados en las esquinas.
"Crucero Xingón. Pega de calcas", rezaba la invitación que fue girada a la prensa. Pero el desorden que marcó el evento impidió que Xóchitl repartiera las calcomanías y la propaganda.
Si acaso, tuvo oportunidad de entregar pegotes a un automovilista. El caos asomó pasadas las dos y media de la tarde, cuando la figura de la candidata se perfiló en bicicleta. La prensa la abordó y decenas de seguidores la rodearon en la rampa de una gasolinera, impidiendo el paso de los vehículos.
Rodeada por simpatizantes del PAN y del PRI, Xóchitl apenas y podía avanzar. Logró llegar al estacionamiento de una farmacia y desde allí, entre empujones y claxonazos, pudo acercarse a un automovilista, pero ya no era posible intentarlo más.
Como pudo, Gálvez regresó a la banqueta, sin que sus seguidores se apartaran de ella. Su equipo le acercó luego su casco, se trepó a la bicicleta y, en medio de un aparatoso desorden, pedaleó sobre la lateral de Churubusco.
Los panistas y priistas seguían ondeando sus banderas. Por allí se quedaron Marko Cortés, líder del PAN, y Luis Mendoza, el candidato a la alcaldía. La diputada priista Cinthia López Castro, candidata al Senado, entregaba propaganda a los pasajeros de una unidad RTP.
Para entonces, Xóchitl Gálvez seguía pedaleando lejos del caos que su presencia había provocado.
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