Cientos de venecianos se manifestaron en las calles de su ciudad el jueves contra la nueva "tarifa de entrada" introducida para los turistas que vienen a visitar la ciudad. Las autoridades dicen que un impuesto de 5 euros ayudará a frenar la afluencia de turistas que están "asfixiando" la ciudad.
Pero los manifestantes aseguran que las autoridades están intentando desviar la atención de los problemas reales y, en cambio, empeoran las cosas, ya que muchos de los locales viven del turismo.
"Podemos salvar Venecia simplemente dando casas a los residentes locales y repoblándola. El billete sólo puede frenar los turistas de día, pero no influye en absoluto en las grandes afluencias que llegan desde el Este, desde China, desde Estados Unidos. No cambiará absolutamente nada", dijo Anna Ippolito, residente en Venecia.
La tarifa de 5 euros se introdujo como un proyecto piloto para frenar la afluencia de turistas de día que pasan sólo unas pocas horas en Venecia, sin contribuir mucho o nada a la economía de la ciudad, pero "obstruyendo" calles y plazas.
Los manifestantes afirman que lo que realmente se necesita es desarrollar la vivienda y los servicios públicos y frenar legalmente la proliferación "incontrolable" de los servicios de alojamiento y desayuno.
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