La empresa estadounidense Throwflame se destaca por la producción de lanzallamas que están diseñados desde cero, los cuales prometen rendimiento, potencia, seguridad, perduración y una garantía de por vida, según la información de su página web.
Estos aparatos son utilizados para realizar trabajos como quemas agrícolas prescritas, limpieza de terrenos, eliminación de nieve, hielo, incineración de malezas, colmenas de insectos, eventos pirotécnicos, atrezzo de cine, lucha contra incendios y manejo de pastizales.
Uno de sus recientes inventos incluye un poco más de tecnología, ya que diseñaron un perro robot que sobre su lomo tiene el lanzallamas ARC, el más avanzado de la compañía, puesto que cuenta con carga rápida, alcanza un máximo de 9 metros y su batería tiene una larga duración.
¿Qué actividades puede hacer con el perro robot lanzallamas?
El perro robot, llamado Thermonator, cuenta con una batería de 1 hora, alcanza 9 metros de distancia, cuenta con wifi, Bluetooth, mapeo lidar, mira láser, evita obstáculos, y puede operarse de manera remota por medio de la aplicación de la empresa, según su página web.
Se explica que las principales funciones de este aparato son controlar y prevenir incendios forestales, gestión agrícola, conservación ecológica, eliminación de nieve o hielo, entretenimiento y efectos especiales.
En el sitio web de la compañía en Thermonator se puede adquirir por un precio de 9.420 dólares, que en su conversión serían más de 37 millones de pesos colombianos. Además, cuenta con un envío gratuito para las personas que se encuentren en Estados Unidos.
Aunque se especifiquen sus tareas, puede que este robot sea utilizado de manera inadecuada, ya que existe el riesgo de que se emplee para causar algunos incendios forestales en lugar de acabar con ellos, de acuerdo con ‘Gizmodo’.
En cuanto a los permisos para utilizar este aparato, Throwflame explica que en Estados Unidos no existe una regulación para los lanzallamas, puesto que no se consideran como una arma de fuego, por lo que cualquiera que tenga el dinero podría comprarlo.
“Los lanzallamas no están regulados a nivel federal y la BATF ni siquiera los considera un arma de fuego. No se necesitan sellos fiscales de la NFA, licencias de armas ni siquiera un distribuidor de FFL. Es responsabilidad del comprador asegurarse de que la propiedad o el uso no violen ninguna ley o regulación estatal o local”, se lee en la página web.
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