Qué se puede hacer en Mineral de Pozos, Guanajuato?
El paisaje de Mineral de Pozos está hecho con los caprichos del semidesierto, le sobran cardones y mezquites, y algún correcaminos agita sus días.
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Tuvo en tiempos del Virreinato su vida puesta en la minería. Más tarde, durante el Porfiriato, la riqueza de su suelo se tradujo en nueva fortuna para sus habitantes y sus edificios. Luego vino el silencio, las minas dejaron de hacer ruido.
Hoy al mutismo lo combaten turistas en busca de ruinas, cineastas que encuentran en la desolación paisajes que filmar, y aquellos dedicados con pasión a tocar instrumentos prehispánicos.
1. Visita la Parroquia de San Pedro Apóstol. Aún conserva el púlpito original y sus paredes están recubiertas de frescos imitando mosaicos. Ahí se venera no solo a San Pedro, también al Señor de los Trabajos, el Cristo itinerante favorito de los mineros.
2. Quédate un rato en las bancas del Jardín Juárez, el jardín principal. Mira a la gente pasar por el quiosco, busca a los vendedores de colonche (una bebida de tuna roja fermentada) y entra cuando esté abierta a la Cantina de Pozos para asomarte al pasado que sigue vigente en este pueblo del semidesierto.
3. Observa la lluvia de estrellas que casi cualquier noche invade el cielo de Mineral de Pozos. Un buen lugar para hacerlo es cerca de la Escuela Modelo en el camino que conduce a las minas.
4. No te pierdas la mina Cinco Señores, una de las más grandes que existen en los alrededores. Logró funcionar, no sin contratiempos, hasta los años cuarenta del siglo xx. Desde sus impresionantes ruinas se alcanzan a ver otras minas, como la de San Baldomero y La Nona, también la Iglesia de la Santa Cruz.
5. Compra un instrumento prehispánico en talleres como Camino de Piedra o La Casa del Venado Azul donde se pueden adquirir tambores de madera, entre ellos el tradicional huéhuetl, además de palos de lluvia, marimbas de piedra o flautas de barro.
6. Recorre escenarios de película. El semidesierto y su agreste paisaje, así como las numerosas minas en ruinas atrajeron a cineastas en busca de locaciones.
7. Transita por sus comercios. A finales del siglo pasado llegaron artistas, se abrieron galerías y tiendas, también hoteles boutique, y poco a poco se fue transformando la fisionomía de Pozos. El antiguo comercio decimonónico de La Fama, por ejemplo, es ahora una tienda de muebles, ropa y artesanías, con una agradable cafetería en la parte de arriba.
8. Visita la Galería 6, y descubre un mundo interior poblado no solo de pinturas y esculturas, también de pequeños jardines y plantas por todas partes. Al fondo se hallan las tres habitaciones del hotel El Secreto.
9. Compra algo típico en Artesanías García, donde esperan las muñecas de largas trenzas y rebozos, vestidas con trajes típicos, que elaboran las mujeres de la familia García.
10. Camina entre campos de lavanda. Muy cerca de Mineral de Pozos hay un rancho donde los suelos están cubiertos de flores moradas, se llama Lavander Farms of Pozos. Su aroma inunda el paisaje y la nariz de quien se acerca. Ahí, no solo se cultivan seis variedades de lavanda, también se procesa la planta para extraer su delicada esencia y con suerte puede asistirse a esa cuidada ceremonia.
11. Rueda en bici de montaña entre minas. Mision Bike Tour ofrece un amplio recorrido por los muros deslucidos de varias minas sobre la pista Rocas de Plata, un trayecto de 23.5 kilómetros donde Santa Brígida, El Triángulo, Angustias, Argentina, Cinco Señores, El Fénix, San Rafael van quedando en el camino. La pista está pensada en tres fases para cubrir los requerimientos de ciclistas principiantes, intermedios y avanzados. El tour para turistas generalmente abarca ocho kilómetros y dura dos horas y media. También hay recorridos que completan el circuito en poco más de cuatro horas.
12. Asiste a alguno de sus festivales: el Festival Internacional del Mariachi, con cabalgatas, conferencias y talleres; el Festival Pozos Blues; el Festival de la Toltequidad y el Festival Internacional de Cine Independiente de Pozos.
13. Pasa una tarde en San José Iturbide, que está a 30 kilómetros al sur de Mineral de Pozos. Su vida de calles tranquilas gira alrededor de la Parroquia de San José, el templo de fachada neoclásica que comenzó a construirse en 1866 para terminarse mucho tiempo después, en 1995. Frente a sus columnas se extiende el arbolado Jardín Principal. Ahí, entre el vaivén de la gente, un carrito de nieves se encarga de endulzar paladares. Lo hace con helados de pay de queso, guamisha (el fruto de una cactácea que en otras partes de Guanajuato se conoce como borrachita), garambullo, nuez o piñón.
14. Haz un picnic, a 20 kilómetros al oriente del centro, en el Parque Ecoturístico El Peral. Se trata de una zona ocupada por pinos, robles y pirules en la que es posible acampar o pasar la noche en una cabaña. El parque tiene un puente colgante, tirolesa y senderos para bicicleta de montaña. Una cascada de temporal con un pequeño manantial agregan belleza al paisaje.
15. Asómbrate con las cactáceas gigantes que se elevan soberbias sobre tu propia altura en el Jardín Botánico que está en la comunidad Arroyo Seco de Tierra Blanca; además, sesenta especies de plantas medicinales acompañan a las cactáceas. Frente al jardín se venden cestas de carrizo y mimbre, también mermelada de guamisha y dulce de nopal.
