En el 2024, las instituciones que componen el sistema financiero y que efectúan el pago de intereses a los inversionistas de cartera deben retener y enterar al fisco una tasa anual del 0.50 por ciento sobre el saldo de los capitales.
Esta tasa más que triplica la que se aplicó el año anterior, de 0.15 por ciento, e implicará un mayor descuento al ahorrador, pero en el próximo año en su declaración también podrá hacer una resta superior sobre el ISR que le salga a cargo.
Sin embargo, Bernardo Elizondo Ríos, socio del despacho fiscal Adame Elizondo, criticó que la base de la retención sea sobre el monto del capital invertido y no sobre los intereses que percibió el ahorrador.
"Hay incluso cuestionamientos sobre la inconstitucionalidad de la norma al gravar dinero en cuentas bancarias que probablemente ya pagó impuestos, en lugar de los nuevos ingresos por concepto de intereses que produjeron esos recursos", expuso.
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