Sábado 4 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La apuesta de Zaldivar

José Luis Solís Barragán | 20/04/2024 | 00:26

Arturo Zaldívar Lelo de la Rea es un hombre que llegó a ocupar el máximo espacio público al que puede aspirar un abogado, se desempeñó como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación e incluso alcanzó la presidencia de dicho órgano.

Záldivar no es un abogado que creciera dentro de la estructura burocrática del Poder Judicial, su desarrollo profesional lo realizó desde el sector privado como abogado postulante, y fue hasta el sexenio de Felipe Calderón, que se le propuso para ocupar un espacio en el órgano jurisdiccional.

El hoy ministro en retiro dio siempre una imagen de ser un hombre con una visión progresista, incluso dio un salto importante con su proyecto relativo a la investigación sobre los hechos suscitados en la guardería ABC durante el calderonismo, en el que se mostraba una distancia considerable con el presidente que lo impulsó a ocupar la toga.

Sin embargo, esa imagen de hombre progresista defensor de derechos humanos y distante del poder presidencial quedaría socavada por el lopezobradorismo y su visión monolítica de ser los únicos legítimos representantes populares.

López Obrador durante su crecimiento político, a su llegada a la presidencia de la república y cuando menos el primer año de mandato, mantuvo una posición crítica frente al Poder Judicial; corruptos y burocracia dorada, eran algunos calificativos con los que se refería a dicho órgano del Estado e incluso, llegó a realizar el desplante de no acudir al informe del presidente de la Corte.

Para el año 2019 Zaldívar impulsado por el obradorato alcanzó la presidencia de la Corte, y es en ese justo momento que comenzó una degradación intelectual del entonces ministro y por supuesto avanzó en el acercamiento político que abriera grandes cuestionamientos sobre la injerencia del Ejecutivo en las decisiones jurisdiccionales.

De ser un impulsor de la independencia judicial, Záldivar se convirtió en el operador que frenó de forma considerable decisiones del órgano jurisdiccional, en favor del presidente; de pensar que una omisión legislativa podía lesionar a la persona, pasó a creer que los vicios procedimentales antidemocráticos de las Cámaras no tenían relevancia para la vida pública; de ser un defensor de las libertades, considero irrelevante la libertad económica que frenaba la reforma eléctrica; y como estos ejemplos, podemos encontrar un antes y un después del hombre en el poder.

Arturo Zaldívar tendría su premio dorado, el presidente pagaría con creces la lealtad y por ello a la par de la reforma judicial, se regalaba una ampliación de mandato al ministro presidente en funciones, sin embargo, ciertos sectores de la ciudadanía lograron frenar la culminación de la colonización de la Corte.

Zaldívar perdió su posibilidad de ampliar su estancia como presidente del órgano jurisdiccional y a la vez le fue imposible operar su sucesión, ambas derrotas lo marginaron con sus pares y con ello su permanencia ya no se justificaba, por lo que le era más redituable ofrecerle al presidente un nuevo espacio antes de que el tablero político pudiera cambiar ante el proceso electoral.

Pepe Mújica señala que: “El poder no cambia a las personas, sólo revela quienes son realmente”; con esa premisa como punto de partida, es claro que Záldivar sólo se mostró como una fachada, es un tipo incongruente que se dice creyente de un movimiento transformador, pero defendió los intereses de la banca y el FOBAPROA; que señala que el Poder Judicial vive en el privilegio y la corrupción, pero fue beneficiado de ambos; que es un hombre que se dice convencido de la necesidad de cambio, pero no quiso cambiar nada de fondo en el órgano que le fue conferido.

Záldivar apostó todo: su congruencia y su prestigio profesional por ir a buscar un nuevo espacio que le diera poder, por eso de ministro de la Corte se degradó a propagandista; no es un hombre que apostara por ayudar al país sino ayudarse a sí mismo; no es un hombre que busque transformar, sino que es una persona acomodaticia; sin embargo, la fachada de aquel jurista que muchos respetaban se derrumba por sus propios dichos.

Un maestro decía: “nunca pierdas la dignidad por el empleo porque a la postre pierdes los dos”; hoy Záldivar pierde todo, es difícil pensar que Claudia quiera cargar con un lastre que no es leal a ella, sino sólo a sí mismo; es difícil dejar que uno de los principales voceros de la campaña se muestre como un hombre autoritario, corrupto y acomodaticio,  por lo que no es sano comprometer una ventaja, solo por un hombre que esta pensando en que puesto es el que sigue en su búsqueda por la conservación del poder.