Pese a los avances tecnológicos y el acceso a medicamento, en 2024 fallecieron en México 545 mujeres por complicaciones durante el embarazo, parto o puerperio, indican datos de la Secretaría de Salud; de hecho, entre 2016 y 2021, murieron en nuestro país 5,099 mujeres por causas relacionadas con la atención obstétrica, es decir, cerca de 850 al año, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
En opinión de la doctora Irma Viridiana Cruz, jefa del Departamento Clínico Materno Fetal del hospital de Ginecoobstetricia No. 4 “Luis Castelazo Ayala” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para el sector salud, “que una mujer pierda la vida durante el embarazo o al momento de dar a luz es una catástrofe”, pero la muerte materna es un tema poco tratado a nivel de la sociedad y del que poco se sabe fuera del sector salud, de ahí la importancia de abordar el tema.
Indicó que los principales factores de riesgo en las mujeres embarazadas son la obesidad, diabetes, hipertensión y tabaquismo, por lo que es importante que las mujeres deben de tener control sobre su salud antes de embarazarse o cuando tienen conocimiento de su embarazo, “porque eso cambia la salud del cuerpo en donde se está gestando un nuevo bebé”.
Recordó que el embarazo representa muchos cambios anatómicos y fisiológicos, “a través de los efectos hormonales cambia impresionantemente la función de los órganos: tan solo el corazón tiene que estar latiendo para dos vidas y eso ocasiona cambios hemodinámicos: en la sangre que circula por el cuerpo y en el corazón”.
También dijo que durante esta etapa se está formando un nuevo órgano: la placenta, que tiene dos etapas vitales “en los primeros cuatro meses del embarazo. Si no se da adecuadamente, en términos médico se le llama placentación, cuando no se forma de la mejor manera y no ocupa adecuadamente el útero, puede provocar situaciones preocupantes, como la falta de oxígeno a niel del útero y del organismo en general, se liberan sustancias tóxicas para la mujer, provocando hipertensión o preeclampsia, y lo más grave es que puede evolucionar a eclampsia, que provoca convulsiones por la presión alta o la muerte. También puede provocar Síndrome de Hellp, una alteración del hígado y de la coagulación, así como descenso en las plaquetas, que ayudan a la coagulación, que también puede llevar a la muerte”.
Ninguna mujer debería morir al dar vida
Por ello reiteró la importante de que las mujeres tomen consciencia de los factores de riesgo antes de embarazarse y también ya cuando ya están embarazadas, para llevar un control prenatal adecuado, “estamos en una época en la que una gran parte de la población femenina, por cuestiones profesionales o laborales, postergan la maternidad y también la edad avanzada es un factor de riesgo”.