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La OMS da la voz de alarma sobre las infecciones por hepatitis víricas

OMS | 12/04/2024 | 12:52

Según el Informe Mundial sobre la Hepatitis 2024 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de vidas perdidas debido a las hepatitis virales está aumentando. La enfermedad es la segunda causa infecciosa de muerte a nivel mundial, con 1.3 millones de muertes al año, lo mismo que la tuberculosis, una de las principales causas infecciosas.
 
El informe, publicado en la Cumbre Mundial sobre la Hepatitis, destaca que, a pesar de la mejora de las herramientas para el diagnóstico y el tratamiento, y de la disminución de los precios de los productos, las tasas de cobertura de las pruebas y el tratamiento se han estancado. Sin embargo, alcanzar el objetivo de eliminación de la OMS para 2030 aún debería ser alcanzable, si se toman medidas rápidas ahora.
 
Nuevos datos de 187 países muestran que el número estimado de muertes por hepatitis virales aumentó de 1,1 millones en 2019 a 1,3 millones en 2022. De estos, el 83% fueron causados por la hepatitis B y el 17% por la hepatitis C. Cada día, mueren 3500 personas en todo el mundo debido a infecciones por hepatitis B y C.
 
«Este informe presenta un panorama preocupante: a pesar de los progresos realizados a nivel mundial en la prevención de las infecciones por hepatitis, las muertes están aumentando porque se diagnostica y trata a muy pocas personas con hepatitis», dijo el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. La OMS se ha comprometido a ayudar a los países a utilizar todas las herramientas a su disposición, a precios de acceso, para salvar vidas y revertir esta tendencia».
 
Las estimaciones actualizadas de la OMS indican que 254 millones de personas viven con hepatitis B y 50 millones con hepatitis C en 2022. La mitad de la carga de las infecciones crónicas por hepatitis B y C se produce entre las personas de 30 a 54 años, y el 12% entre los menores de 18 años. Los hombres representan el 58% de todos los casos.
 
Las nuevas estimaciones de incidencia indican una ligera disminución en comparación con 2019, pero la incidencia general de hepatitis virales sigue siendo alta. En 2022, hubo 2,2 millones de nuevas infecciones, frente a los 2,5 millones de 2019.
 
Estos incluyen 1,2 millones de nuevas infecciones por hepatitis B y casi 1 millón de nuevas infecciones por hepatitis C. Más de 6000 personas se infectan con hepatitis viral cada día.
 
Las estimaciones revisadas se derivan de datos mejorados de las encuestas nacionales de prevalencia. También indican que las medidas de prevención, como la inmunización y las inyecciones seguras, junto con la expansión del tratamiento de la hepatitis C, han contribuido a reducir la incidencia.
 
Avances y brechas globales en el diagnóstico y el tratamiento
 
En todas las regiones, solo el 13% de las personas que viven con infección crónica por hepatitis B habían sido diagnosticadas y aproximadamente el 3% (7 millones) habían recibido tratamiento antiviral a finales de 2022. En cuanto a la hepatitis C, el 36% había sido diagnosticada y el 20% (12,5 millones) había recibido tratamiento curativo.
 
Estos resultados están muy por debajo de los objetivos mundiales de tratar al 80% de las personas que viven con hepatitis B y hepatitis C crónicas para 2030. Sin embargo, sí indican una mejora leve pero constante en la cobertura del diagnóstico y el tratamiento desde las últimas estimaciones notificadas en 2019. En concreto, el diagnóstico de hepatitis B aumentó del 10% al 13% y el tratamiento del 2% al 3%, y el diagnóstico de hepatitis C del 21% al 36% y el tratamiento del 13% al 20%.
 
La carga de las hepatitis virales varía según la región. La Región de África de la OMS soporta el 63% de las nuevas infecciones por hepatitis B, pero a pesar de esta carga, solo el 18% de los recién nacidos de la región reciben la vacuna contra la hepatitis B al nacer. En la región del Pacífico Occidental, que representa el 47% de las muertes por hepatitis B, la cobertura del tratamiento es del 23% entre las personas diagnosticadas, lo que es demasiado bajo para reducir la mortalidad.
 
Bangladesh, China, Etiopía, la Federación de Rusia, Filipinas, la India, Indonesia, Nigeria, el Pakistán y Viet Nam soportan colectivamente casi dos tercios de la carga mundial de la hepatitis B y C. Lograr el acceso universal a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento en estos diez países para 2025, junto con la intensificación de los esfuerzos en la región de África, es esencial para que la respuesta mundial vuelva a encarrilarse hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
 
Disparidades en los precios y la prestación de servicios
 
A pesar de la disponibilidad de medicamentos genéricos asequibles contra las hepatitis virales, muchos países no los adquieren a estos precios más bajos.
 
Persisten disparidades en los precios entre las regiones de la OMS y dentro de ellas, y muchos países pagan por encima de los puntos de referencia mundiales, incluso en el caso de medicamentos sin patente o cuando se incluyen en acuerdos de licencia voluntaria. Por ejemplo, aunque el tenofovir para el tratamiento de la hepatitis B no está patentado y está disponible a un precio de referencia mundial de 2,4 dólares EE.UU. al mes, sólo 7 de los 26 países que presentaron informes pagaron precios iguales o inferiores al valor de referencia.
 
Del mismo modo, un ciclo pangenotípico de 12 semanas de sofosbuvir/daclatasvir pangenotípico para tratar la hepatitis C está disponible a un precio de referencia mundial de 60 dólares EE.UU., pero solo 4 de los 24 países que presentaron informes pagaron precios iguales o inferiores al valor de referencia.
 
La prestación de servicios sigue siendo centralizada y vertical, y muchas poblaciones afectadas siguen teniendo que hacer frente a gastos directos por los servicios relacionados con las hepatitis víricas.
 
Solo el 60% de los países informantes ofrecen servicios de pruebas y tratamiento de las hepatitis virales de forma gratuita, total o parcial, en el sector público. La protección financiera es menor en la Región de África, donde sólo alrededor de un tercio de los países que presentan informes prestan estos servicios de forma gratuita.
 
Recomendaciones para acelerar la eliminación de la hepatitis
 
El informe describe una serie de acciones para promover un enfoque de salud pública para la hepatitis viral, diseñado para acelerar el progreso hacia el fin de la epidemia para 2030. Entre ellos se encuentran:
 
ampliar el acceso a las pruebas y los diagnósticos;
pasar de las políticas a la aplicación de un trato equitativo;
fortalecer los esfuerzos de prevención de la atención primaria;
simplificar la prestación de servicios, optimizando la regulación y el suministro de productos;
la elaboración de casos de inversión en países prioritarios;
la movilización de financiación innovadora;
el uso de datos mejorados para la acción; y
involucrar a las comunidades afectadas y a la sociedad civil y avanzar en la investigación para mejorar los diagnósticos y las posibles curas de la hepatitis B.
 
La financiación sigue siendo un reto
 
La financiación de las hepatitis víricas, tanto a nivel mundial como dentro de los presupuestos sanitarios de los países, no es suficiente para satisfacer las necesidades. Esto se debe a una combinación de factores, entre ellos el conocimiento limitado de las intervenciones y herramientas de ahorro de costos, así como las prioridades contrapuestas en los programas mundiales de salud. Este informe busca arrojar luz sobre las estrategias para que los países aborden estas desigualdades y accedan a las herramientas a los precios más asequibles disponibles.