Al menos un tercio de los migrantes fallecidos en rutas migratorias en la última década procedían de países en conflicto, dijo este martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a partir de un nuevo informe que analiza los datos recopilados en la única base de datos de libre acceso sobre esta problemática.
Casi el 60 % de las muertes documentadas durante la migración en los últimos diez años estuvieron relacionadas con ahogamientos, con más de 27.000 muertes sólo en el Mediterráneo. Sólo en el año 2023 se registraron más de 8.500 fallecimientos, la cifra anual de muertes más alta de la que la organización tiene constancia.
Al analizar la situación, la OIM alerta que 2024 no muestra señales de mejoría, pues en lo que va de año, sólo en el Mediterráneo, el número de muertes es casi tan alto como en el mismo periodo del año pasado, a pesar de que las llegadas son significativamente menores (16.818) en comparación con el mismo periodo de 2023 (26.984).
Frente a estas cifras, la organización ha puesto en marcha su nuevo plan estratégico 2024-2028 que hace hincapié en salvar vidas y proteger a las personas en movimiento como su primer objetivo, aunque recuerda que “no pueden hacerlo solos”.
Por ello, reiteró su llamamiento a que los gobiernos “refuercen las capacidades de búsqueda y rescate en el mar, faciliten vías de migración seguras y regulares y adopten medidas contra las redes de tráfico y trata de personas”.
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