Sábado 27 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿Reelección o Reptiliano? Jashtag no vuelvas

Mabel Sánchez | 21/03/2024 | 21:26

Muy buen día (mañana, tarde o noche según de la hora que me lea), soy una ciudadana que quiere hacerse presente y ser escuchada, a la que le molestan las injusticias de la política, y que dedujo que este es el mejor momento de sacar los trapitos al sol de algunos y algunas que estarán en la puerta de su casa pidiendo el voto y aquí solo le queremos decir “ojo, mucho ojo. Amigue date cuenta”. 

Hoy me veo obligada a abordar un tema que, lamentablemente, se ha convertido en la regla, más que en la excepción por méritos en el mundo de la política local: la reelección de candidatos. Sí, esa práctica tan querida por algunos (los candidatos) y tan cuestionada por otros, que nos hace preguntarnos si realmente estamos progresando como sociedad o simplemente estamos repitiendo los mismos errores una y otra vez (como con tu ex).

Los candidatos, con una sonrisa tan falsa como sus promesas, nos hablan de la necesidad de continuar con su "plan de trabajo" durante tres años más, argumentando que el tiempo anterior no fue suficiente para "ayudar a la población". ¿En serio? Porque la última vez que revisamos, el cargo para el que fueron elegidos no incluía una cláusula de "tiempo limitado, pero renovable si no has hecho nada".

Y qué decir de aquellos que, sin el menor rubor, deciden lanzarse nuevamente a la contienda electoral sin siquiera hacer el intento de ocultar su desdén por el cargo que ocupan actualmente. ¿Se podría ser más cínico? Bueno, probablemente sí, pero al menos tendrían que hacer un esfuerzo por parecer creíbles.

Pero no nos engañemos amigues, pongan mucha atención. No se trata solo de cinismo, sino también de falta de respeto. ¿Cómo es posible que aquellos que no han hecho nada por mejorar la vida de los ciudadanos se atrevan siquiera a pedir nuestro voto una vez más? Es como si nos estuvieran diciendo: "Sí, soy un incompetente, pero confía en mí, esta vez será diferente".

Por eso, ciudadanos ejemplares que salen todos los días a "corretear la chuleta", les pido que no se dejen engañar por las promesas vacías y las sonrisas forzadas. Exijan a esos vividores que rindan cuentas por sus acciones (o más bien, por su falta de acciones) y que enumeren con precisión las supuestas mejoras que han logrado en su entorno. Les aseguramos que no necesitarán más que una mano para contarlas.

Y hablemos claro, ¿verdad? Todos sabemos quiénes son esos personajes a los que nos referimos. Son los mismos que buscan perpetuarse en el poder como si fuera su trono ancestral, sin importarles un comino el bienestar de la ciudadanía.

También debemos mencionar a quienes “se fueron” con ínfulas de grandeza, pensando que sin haber hecho nada, tenían ganada la perpetuidad en el erario público y al no conseguir nada regresaron como aquella bella poesía del perro arrepentido a “terminar su trabajo” aunque más bien, a exprimir lo más que se pueda los apoyos y quincenas que le quedan hasta que termine su puesto.

Así que, levantemos la voz y hagamos escuchar nuestro descontento. Salgamos a las redes sociales, ese bastión de la indignación moderna, y exijamos el fin de esta farsa, o que al menos suelten un poco el erario público para dedicarse de lleno a lo que quieren “porque el que a dos amos sirve…”, pero que sea una licencia definitiva, ya que dudo que quieran trabajar “por amor al arte” que sería lo más decente, (pero de eso hablaremos otro día) porque pedir licencia y regresar también es otra forma de ser vividor, y aquellos que se esconden detrás de ella merecen ser expuestos por lo que realmente son: unos sin vergüenza.