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Dragon’s Dogma 2: tomando al Minotauro por las astas

IMN | 21/03/2024 | 12:36

La primera entrega de esta saga se transformó en un juego de culto. Una joya oculta en el catálogo de PlayStation 3 y Xbox 360 que se animó a proponer una forma diferente de interpretar los RPG de acción. Salió en plena fiebre de Dark Souls, que a su vez estaba marcando el camino de un nuevo género, pero tenía una propuesta radicalmente opuesta: combates más simples y un énfasis en la exploración nunca antes visto.
 
Dragon’s Dogma 2 viene a recuperar el tiempo perdido y lo hace ostentando las bondades del RE Engine, el fantástico motor gráfico de Capcom, que le dio rienda suelta al equipo de Hideaki Itsuno para hacer realidad su fantasía medieval. Esta secuela está enfocada en la exploración y en los peligros que asumimos al aventurarnos por las noches, el balance entre riesgo y recompensa es lo que nos mantendrá al borde del asiento en todo momento.
 
El universo de Dragon’s Dogma tiene un trasfondo tan rico que hasta tiene su propia serie en Netflix, pero para entender el juego no hace falta saber demasiado. El Arisen es una persona tocada por el Dragón, una criatura tan poderosa como inteligente, que luego de ser asesinada por la bestia es posteriormente resucitada como La Elegida. En esta ceremonia, cuyo trasfondo narrativo prefiero no spoilear, el Dragón le quita el corazón al Arisen y quedan vinculados para siempre.
 
El sobrevivir al ataque nos da cualidades únicas, una fortaleza inigualable y la posibilidad de resucitar siempre y cuando tengamos una Wakestone a mano. La gente conoce la leyenda del Arisen y, hasta donde sabemos, sólo puede haber uno a la vez. En algunas partes del mundo es venerado, en otras directamente es un símbolo de mala fortuna, pero a pesar de todo es la única esperanza para derrotar al Dragón y terminar con su reinado de terror.
 
La aventura comienza con la coronación de un Arisen que, al menos en el reino de Vermund, le garantiza el derecho al trono. Sin embargo, la visión es dudosa y pronto aparecemos sin memoria en un calabozo. Capcom nos da la bienvenida con uno de los mejores creadores de personajes de los últimos años, nos permite modificar hasta el último detalle, pero lo mejor de todo es que tiene diseños predefinidos personalizables para agilizar el trámite sin terminar con un personaje genérico. Una vez completada la creación estética, ya con nuestra vocación definida, pasaremos a la acción y nos soltarán en un mapa gigantesco y abrumador.
 
De buenas a primeras, la propuesta de Dragon’s Dogma 2 es simple. Vamos saltando de misión en misión en un enorme mundo abierto que podremos explorar a nuestras anchas. Hay muy pocos límites, si algo existe en el horizonte seguramente podremos alcanzarlo de alguna manera, y los pocos límites que hay se deben más que nada al peligro constante de cruzarnos con una bestia mitológica.
 
Las misiones de historia sirven para presentarnos un poco el mundo, nos llevan a las ciudades principales y nos dan una idea de todo lo que tiene para ofrecernos. Sin embargo, el Diablo está en los detalles y por lo general, las mejores aventuras saldrán de la exploración espontánea. A veces por escapar de una jauría, otras por ir a buscar un cofre que avistamos a la distancia. Las casualidades serán una fuente inagotable de anécdotas, tragedias y batallas épicas.
 
La exploración es la vedette del juego de Capcom. El mundo es gigante y está repleto de peligros. Por eso es vital ir siempre bien acompañado y equipado. Lo primero hace referencia al sistema de Pawns, compañeros fieles de los Arisen que pueden ser reclutados a través de un portal mágico únicamente accesibles para el héroe. Los pobladores del mundo conviven con estos compañeros, pero sólo obedecen a los Arisens. El plural se debe a que, en la mitología dentro del juego, hay infinitos mundos paralelos interconectados con su propio héroe y Pawn principal.
 
Todos los Arisen pueden pedir ayuda a los Pawns de otros jugadores, que a su vez regresan con experiencia e ítems como recompensa. Lo interesantes es que, además, aprenden los detalles de las misiones principales y secundarias que completaron cuando estuvieron de visita en otros mundos, es decir, en la partida de otros jugadores. Esto genera un feedback genial entre los Pawns y sus Arisens, indicándonos adónde hay un recurso raro, un tesoro oculto o incluso ayudándonos a completar una misión gracias al conocimiento adquirido.