San Luis Potosí, SLP.- Lo que mantiene al comercio en pequeño, en una inercia constante de cierres de establecimientos, es una inflación que desde hace años no está controlada, desta la volatilidad de precios, la apertura con más frecuencia de establecimientos comerciales de diferentes tamaños y que representan una alta competencia, pero además, el que no se ha plasmado un programa fijo de incentivos que ayuden a mantener las economías de barrio.
Armando Reyes presidente local de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño dijo que los cierres han continuado en promedio, cada una de esas unidades tiene un tiempo de vida de uno a dos años.
Después comienzan a acumularse gastos inherentes a la operación, influenciados por la inflación, lo que impacta en la utilidad, y vuelve difícil el retorno de la inversión.
"En el comercio en pequeño, eso es fundamental, la reinversión, porque es lo que permite resurtir, en caso contrario, se pierde clientela".
Reyes agregó que asociado con el crecimiento urbano, también es más frecuente la apertura de tiendas de conveniencia o cadenas comerciales, lo que les ha restado un segmento considerable de consumidores.
"Sí los hay, los que acuden como tradición a las tiendas de barrio, pero también ahora vemos mucha más gente prefiere hacer sus compras en un centro comercial, por lo práctico, es los deja para comprar en el comercio en pequeño, solo lo muy básico, lo que les faltó, algo indispensable".
El representante de CANACOPE dijo que las tiendas de conveniencia, representan una competencia, pero no restan tanta clientela como un centro de cadena, debido a que no tienen una cobertura tan amplia, colonia a colonia en los sectores de la ciudad.
Reyes agregó que pese a las dificultades, las autoridades comerciales o económicas, no han generado paquetes de incentivos suficientes, a los que pueda recurrir el comercio en pequeño, como palanca de financiamiento u obtener créditos más flexibles, y con ellos, lograr la subsistencia.
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