Galindo, Sonia y Sebas...

Todo tiempo llega y cuando lo hace, inicia nuevo ciclo con metas o de forma definitiva, bueno, pues el tiempo llegó, la candidatura más esperada para los potosinos, la presidencia de la Capital del Estado.

La oligarquía potosina ya mandó, los de siempre se volcaron en apoyar al actual presidente municipal, Enrique Galindo, mejor conocido como el súper “po li sía” y experto en disuasión de la verdad, mucha imagen personal y poca eficacia gubernamental, se registró para un segundo periodo, en medio de un acarreo de fuerza que de ganas, la burocracia del ayuntamiento fue obligada a asistir a su unción PRIANISTA, siguiendo los buenos ejemplos de antaño.

Aún con su bajísima calificación de aprobación ciudadana, que apenas llega al 35%, y a pesar del esfuerzo económico de las arcas del ayuntamiento por sacar a flote su imagen, difícilmente, y a pesar de pasar la charola a cuanto empresario se topa, lo suyo es el despilfarrar los 35 millones de pesos de presupuesto de comunicación para el primer trimestre del año. Su negativa a renunciar lo ha puesto en un lugar mal visto por los ciudadanos.

Por cierto, después del desdén a priistas connotados, bajo el pretexto de perfil ciudadano Galindo invita como primera regidora en su planilla a Julieta Abud, a ella un grupo misógino le negó el registro en la CANACO, a pesar de su buen perfil quedo fuera de la elección, esto provocó un caos interno y un escándalo que no solo repercutió en esa cámara, si no en todas las demás.

Después de la designación  la gente política se preguntará ¿Por qué ella? Bueno se cree que el autor intelectual de esta candidatura, fue idea y pago por el apoyo del empresario Fernando Pereza Espinoza alias el Calolo; fue Presidente de Canaco, amigo de empresarios y constructores, sobre todo “carnal” de la comunidad libanesa en San Luis, un enlace perfecto, como importante es el ser acérrimo contrincante, casi enemigo jurado de los Gallardo.

En la política hay sorpresas, unos dicen que no existen las casualidades, pero lo verdadero es que el candidato-presidente municipal Galindo, echa mano de todos los recursos humanos, y materiales a su disposición, tal es el caso de acompañamiento de candidatos a diputaciones locales, repetidos, aburridos y poco demócratas.  Sumándole a la friolera de millones de pesos, en propaganda, se dice que Galindo ha hecho descuentos en permisos para espectaculares a quienes renten los espacios a la candidata Xóchitl Gálvez. La diagonal Salvador Nava ahora toda de ella. ¿Cuándo renunciará él y su esposa?

La oposición se prepara para contender por la capital, al frente Sonia Mendoza, al afianzar su candidatura, se vio envuelta en ataques directos a su persona y familia, no importa si es verde o azul, morado, o rojo, los asuntos personales deberían dejarse para los lavaderos. De una cosa estoy seguro, esto viene de los seguidores del Candidato- Alcalde, solo recordemos cuando Sonia fue candidata a la gubernatura, quien la traicionó, fueron sus antiguos compañeros de partido, hoy asesores y representantes provincianos de Xóchitl, ambos perdedores también a la gubernatura del estado. Bendito Karma, ahora se quieren desquitar, con sus instrumentos desafinados y viejos.

Como el miedo campea en el “Galinato”  pues Sonia Mendoza es cuerpeada principalmente por su agilidad política de generar acuerdos y alianzas, permitiendo acercamientos con grupos políticos y civiles, con el plus de candidatos jóvenes a las diputaciones locales y federales, como Juan Carlos Valladares, Maribel Torres de Payán: El Alcalde-Candidato Galindo, poco podrá hacer para revertir la tendencias a favor de la candidata Sonia.

Sebastián, pobre Sebastián, se quedó sin el apoyo de su pariente (al menos en apariencia, ojo en apariencia). El expriista, ex perredista, ex petista, ahora nuevamente prianista el Calolo, como ente camina sin rumbo por la ciudad, con solo tres años de experiencia en la política, quiere pintar el municipio de anaranjado, pero su falta de sustancia, apenas le alcanza para hacer sombra algunos de los punteros, ¿Para quién será la sombra?

Quien menos desafine ganará.

Oscar Esquivel