"¿Quién dijo que en el Vive Latino no se escuchan corridos, a la verga?", preguntó Junior H a mitad de su show en el festival, respaldado por una multitud que abarrotó su escenario en el festival para gozar la bélica presentación en la noche del domingo.
Los asistentes, principalmente jóvenes, cantaban a los gritos canciones como "El Hijo Mayor" y "El Azul", esta asociada al "Chapo" Joaquín Guzmán por incluir en la letra el número 701, ligado al narcotraficante desde que apareció en esa posición en la lista de Forbes de los hombres más ricos del mundo.
Sin importar que los temas mencionan balazos y comandos, el ambiente era prácticamente familiar; incluso había familias con carriolas que disfrutaban la presentación del intérprete, que mensualmente registra 27 millones de oyentes en Spotify.
"¡Lo estamos logrando! Tanta polémica, pero arriba México", celebró Junior H, con la bandera del País proyectada en la pantalla detrás de él.
Muchas veces el cantante llamó a sus "sad boyz" y hasta pidió que apagaran las luces de su escenario para ponerse a tono con la tristeza, pero entre los presentes únicamente se sentía júbilo por oír en directo temas como "Se Amerita".
La gente no solo coreó, sino que los fans más alejados del escenario aprovechaban el espacio para bailar, aunque otros, tras varias horas de música y cerveza, ya dormían en el suelo a la media noche.
James siente al público y la música
De forma simultánea, la banda James, afamada por rolas como ""Laid" y "Sit Down", conquistaba con su presentación, tan afinada y exacta que los dos bateristas impresionaban a la gente por su nivel de sincronización.
La sensación de libertad y ligereza la transmitían con su música y a través del baile, ya que Tim Booth, voz principal, no dejaba de contonearse y retorcerse como la música se lo dictaba.
El cantante quiso estar tan conectado con la gente que durante su interpretación de "Waltzing Along" se bajó del escenario y se alzó sobre la barricada para que el público pudiera tocarlo y sentirlo cerca.
espectáculos
.jpg)
