Nada supera el placer de acostarse en una cama con sábanas limpias, eso requiere cuidado y atención, especialmente para evitar propagación de enfermedades.
En las sábanas hay sudor, saliva, caspa, células muertas de la piel e incluso partículas de alimentos, esto las convierten un caldo de cultivo para gran cantidad de gérmenes y bacterias, hongos, virus e insectos.
Una investigación que analizó la ropa de cama de los hospitales encontró que la bacteria Estafilococos era común.
Y, por lo general, estas bacterias son inofensivas, pero pueden causar enfermedades graves cuando ingresan al cuerpo a través de una herida abierta.
La investigación también muestra que, junto con el Estafilococos, el E. coli y otras bacterias similares, conocidas como bacterias gramnegativas, también son comunes en las camas de hospital.
Por supuesto, los hospitales son muy diferentes a nuestro entorno doméstico, pero eso no significa que no sea posible que estas bacterias entren en nuestras camas.
De hecho, “alrededor de un tercio de las personas tienen la bacteria Estafilococo en sus cuerpos, lo que significa que es bastante fácil que la bacteria Estafilococo se transfiriera a tu cama en casa”.
Así lo explicó Manal Mohammed es profesor de microbiología médica en la Universidad de Westminster para CNN En Español.
Las camas pueden atraer insectos si no cuidamos el lavado de las sábanas
“Por día pierdes alrededor de 500 millones de células de la piel, estas células pueden atraer y ser devoradas por ácaros microscópicos del polvo”, describe Mohammed.
Estos ácaros y sus excrementos pueden provocar alergias e incluso asma. Las chinches también pueden ser un peligro.
Las chinches pueden ser transportadas a los hogares sobre superficies blandas, como ropa o mochilas, o por otros miembros de la familia.
Por eso es importante lavar y secar las sábanas, tratarlas como ropa de cama y cambiarla con una frecuencia más rutinaria.
El lavado debería ser a una temperatura alta (alrededor de 55 ?) matará los ácaros del polvo, pero es posible que las chinches deban ser exterminadas por un profesional.
Gérmenes domésticos provocados por no lavar las sábanas
También puedes llevar gérmenes a tu cama por artículos domésticos contaminados, como ropa, toallas, el inodoro o el baño, las superficies de la cocina o incluso las mascotas.
Las toallas de baño y cocina albergan una variedad de especies bacterianas, incluidas E. aureus y E. coli.
El lavado inadecuado también puede propagar estos gérmenes a otros artículos, incluyendo nuestras sábanas.
Los virus de la influenza también pueden sobrevivir en telas y tejidos durante 8-12 horas. Algunos otros tipos de virus, como el virus vaccinia, puede vivir en la lana y el algodón hasta por 14 semanas.
Higiene de la cama: Cómo lavar las sábanas
Un lavado adecuado y regular es fundamental para garantizar que los gérmenes no se conviertan en una verdadera amenaza para la salud.
Sin embargo, la consulta es ¿con qué frecuencia debes cambiar la ropa de cama?
Como no podemos lavar nuestras sábanas todos los días, una cosa que puedes hacer a diario es ventilar su sábana todas las mañanas.
Dado que la humedad se acumula en ellas mientras dormimos, tirar del edredón hacia atrás para que las sábanas puedan respirar antes de hacer la cama significa que las sábanas.
El colchón se convierten en un lugar de anidación menos atractivo para las bacterias y los ácaros.
Los colchones también pueden ser una gran fuente de bacterias y microbios debido a la acumulación de escamas de piel, partículas de alimentos y hongos a lo largo de los años.
Dado que es difícil lavar un colchón, usar una funda lavable y lavarla cada una o dos semanas puede ayudar a reducir la cantidad de microbios que viven allí.
Aspirar el colchón y la base de la cama todos los meses también ayudará a eliminar los alérgenos y el polvo. Dale vuelta a tu colchón con frecuencia, o compra uno nuevo si tiene más de diez años.
Se recomienda que laves la ropa de cama todas las semanas (o con más frecuencia si es posible), especialmente si pasas mucho tiempo en la cama.
Y esto incluye, para quienes duermen desnudos o suelen traspirar por la noche. También se recomienda cambiar las fundas de las almohadas cada dos o tres días.