Veinte relieves escultóricos a modo de "camafeos de tamaño colosal" que han permanecido durante años en almacenes del Museo del Prado y que fueron catalogados en el siglo XVII, han sido redescubiertos, situados hacia el año 1250 y recuperados para estrenar un nuevo espacio en la pinacoteca.
Son veinte relieves de tamaño diferente que nunca habían sido expuestos hasta ahora y que han sido presentados este jueves en una intervención museográfica realizada en el patio norte del edificio Villanueva del Prado.
Algunos de los clípeos son personajes con barba, otros con corona de laurel, como los emperadores romanos, o con tocados clásicos, figuras que no se pueden identificar ya que no tienen ningún tipo de inscripción.
Se trata de un conjunto único en España y probablemente en el mundo, según ha explicado Leticia Azcue, jefa de área de Conservación de Escultura y Artes Decorativas del Museo del Prado, que ha dicho que no existe otra colección tan grande y unida, piezas que formaban parte de la colección real del Prado, como casi el 60 por ciento de las más de mil esculturas que hay en la pinacoteca.
Con un formato ovalado irregular, se trata de representaciones de cabezas de perfil que llenan prácticamente toda la superficie escultórica, al modo de los camafeos, que coinciden con piezas localizadas en diferentes partes de Italia y que las sitúan en el estilo denominado "federiciano", hacia 1250, según ha explicado Manuel Arias, jefe de Departamento de Escultura del Museo Nacional del Prado.
Un estilo desarrollado en tiempos de Federico II, rey de Sicilia y emperador del Sacro Imperio Romano, que fue conocido por sus inquietudes culturales.
Ha sido un proyecto llevado a cabo por el área de conservación de esculturas y artes decorativas, junto al área de restauración de escultura del museo que ha permitido relacionar estos veinte relieves, catalogados inicialmente en el siglo XVII, con la decoración de un desaparecido monumento del Capitolio de Roma y cambiar su datación a la época del emperador Federico II (1194-1250).
Se trata de un hallazgo excepcional, ha destacado el director del museo, Miguel Falomir, quien ha indicado que pocos trabajos como este permiten ilustrar la labor que se desarrolla en el Prado. Piezas que se convierten en "excepcionales" al haber sido datadas en el siglo XIII, pues muestran el principio de la época renacentista.
El Museo del Prado es "una caja de sorpresas" y con estas piezas han querido actualizar las instalaciones de la pinacoteca, según ha explicado Javier Solana, presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, en la que ha participado el grupo OHLA, cuyo director general, Tomás Ruiz, ha recalcado la intervención museográfica realizada para estos objetos que se exponen por primera vez.
