Viernes 3 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Palworld: el campeón menos pensado

IMN | 06/03/2024 | 15:59

El 2024 comenzó con grandes lanzamientos, como si estuviera dispuesto a igualar la calidad de los de su antecesor. Pero, con una mano en el corazón, creo que nadie esperaba que fuera Palworld uno de los juegos más vendedores en lo que va del año. El título que, previo a su publicación, se hizo conocido por la similitud de sus “Pals” con los famosísimos pokemones se lanzó y fue un éxito instantáneo. En Steam consiguió el récord de 1.8 millones de jugadores en simultáneo durante sus primeros días, pero ¿cómo pasó del meme a tener más de 25 millones de jugadores en su primer mes de vida?
 
El fenómeno Palworld supera con creces al nicho de jugadores de títulos de supervivencia al que podría estar enfocado. Lo sé porque lo viví en carne propia. No disfruto de este tipo de juegos, tampoco me enamoran los títulos de gestión de granjas, construcción y muchísimo (pero muchísimo) menos me interesa la temática o estética Pokémon. Llegué a jugar el título de Pocket Pair gracias a Xbox Game Pass y, en parte, por morbo. Pensaba: “¿Qué tiene de maravilloso el nuevo juego de moda?”. La respuesta es compleja, pero debo aclarar que en mi primera partida perdí la noción del tiempo y, en ese lapso inmerso en el juego, pasaron cinco horas sin darme cuenta.
 
Palworld vive en estado de beta y es actualizado constantemente. Como tal, su rendimiento no está a la altura de los títulos de actual generación y, en cuanto al apartado técnico, haría sonrojar a un juego de 2009. Sin embargo, hay un encanto particular y una simpleza que nos invita explorar todo lo que tiene para ofrecer. De buenas a primeras, se trata de un juego de supervivencia simple. Debemos subsistir aprovechando los recursos naturales a nuestra disposición, desde lo más básico como talar árboles para conseguir madera, picar piedras para hacer construcciones más complejas, hasta recolectar frutos para calmar el hambre de nuestro protagonista genérico.
 
El elemento que lo destaca entre el resto de los survivals es, justamente, los Pals. Estos animales antropomórficos, que invitaron las comparaciones con la legendaria franquicia de Nintendo, cumplen todo tipo de funciones en la aventura. Viven en estado salvaje y pueden capturarse, combatirse para ganar experiencia o ser utilizados como alimento. Sin dudas, lo más interesante es capturarlos, ya que no solo pueden acompañarnos en la exploración para ayudarnos en batalla, sino que pueden cumplir todo tipo de funciones, como dije antes. Desde las más obvias, como una oveja que brinda su lana o una gallina que pone huevos, hasta cumplir tareas específicas.
 
Los Pals pueden ayudarnos a construir o defender nuestra base. Algunos son capaces de manejar herramientas rudimentarias como un pico o una pala pero, a medida que avanzamos en los árboles de tecnologías, pueden ser usados para un espectacular abanico de actividades. Cada uno tiene su personalidad y pueden cansarse, necesitan de nuestra atención para mantenerse saludables y hasta suben de nivel con nosotros. Los diseños son simpáticos, algunos rozando el límite del plagio, y tienen un encanto indiscutible que aporta una necesaria dosis de humor.
 
Palworld es un pastiche de mecánicas propias de diferentes géneros. Es una mezcla que no debería funcionar, pero de alguna manera funciona y cautiva. Su secreto está en el ritmo de juego, en cómo paulatinamente nos va dando herramientas para mejorar nuestra experiencia. En ningún momento se siente abrumador y no nos pone presión para que avancemos. Podemos pasar tranquilamente diez horas en la zona inicial, mejorando nuestra base y capturando Pals, cumpliendo objetivos opcionales para ganar más experiencia o simplemente explorando la isla. Sin embargo, siempre vamos a tener presente que hay muchísimo más para explorar. Ese balance entre libertad y contención es el que nos mantiene enganchados jugando durante horas.
 
Es un placer ver triunfar a un juego que centra su propuesta en la diversión. Si lo vemos en funcionamiento, el apartado técnico es rústico. Si miramos los árboles de habilidades no están muy bien explicados. Si tenemos en cuenta el diseño, los menúes, las animaciones y el intento de narrativa, todo es entre básico y sinceramente feo. Pero, a pesar de todo, si nos sentamos un rato a probarlo vamos a quedar pegados a la pantalla durante horas. Esa es la magia de Palworld, una propuesta aparentemente sencilla que se va complejizando paulatinamente y siempre nos tiene ocupados haciendo algo.
 
Lanzarlo en Game Pass fue una movida maestra. Pocket Pair confiaba en su propuesta y se la ofreció a millones de jugadores sin cargo, sabiendo que lo probarían por curiosidad. La apuesta rindió sus frutos y lo puso en los titulares de toda la industria, el resto del trabajo lo hizo su precio de lanzamiento. Y es que Palworld salió como un acceso anticipado a 30 dólares, menos de la mitad de un juego AAA y los usuarios de Steam le dieron la bienvenida con honores. Después de todo, no todos los días sale un juego que apunte a tantos nichos a la vez y nos permita jugar online con todos nuestros amigos.
 
Cuando finalmente bajó la espuma y los picos de jugadores en simultáneo volvieron a la normalidad, la desarrolladora japonesa confirmó que habían hospedado a más de 25 millones de jugadores durante su primer mes. De por sí, es una cifra brutal, pero si tenemos en cuenta que se trata de un juego independiente en estado de acceso anticipado, el mérito de Pocket Pair es simplemente abismal. Y todo se lo debe a una serie de buenas decisiones comerciales que incluyen publicarlo durante los primeros días del año, una fecha históricamente tranquila dentro del calendario de lanzamientos, incluirlo en Game Pass desde el primer día, a menos de la mitad de un juego moderno y dejar que la propuesta magnética y encantadora haga su magia.
 
Desde que fue lanzado, Palworld recibe actualizaciones constantemente. A veces con una frecuencia increíble, pero siempre puliendo de a poco la experiencia. Todavía hay un largo camino para recorrer para llegar a la versión definitiva. Es un juego rústico por donde se lo mire, hay muchísimo que mejorar, reemplazar o corregir, pero la base es tan sólida y divertida que le auguro un futuro brillante. Entonces, ¿por qué es un éxito Palworld? Porque toca todas las fibras sensibles de manera inteligente, cuidando el ritmo de juego y ofreciendo un grado de libertad (tanto para hacer el bien como el mal) completamente inusitado en un título protagonizado por un puñado de animalitos simpáticos. Atrae al morboso y al admirador, al que quiere acción y al coleccionista por partes iguales, y lo hace con una propuesta divertida y muy recomendable.