San Luis Potosí, SLP.- Los años bisiestos, que ocurren cada cuatro años, tienen una razón crucial detrás de su existencia: equilibrar el calendario con la duración real de un año astronómico. La Tierra tarda aproximadamente 365.25 días en completar una órbita alrededor del Sol. Para evitar un desfase entre el calendario y las estaciones, se introduce el año bisiesto.
La norma básica es simple: se agrega un día adicional al mes de febrero cada cuatro años. Este día extra, conocido como el 29 de febrero, compensa el tiempo adicional que la Tierra tarda en completar su viaje anual. Sin esta corrección, con el tiempo, los eventos estacionales se alejarían gradualmente de las fechas del calendario, generando una discrepancia significativa.
CALENDARIO GREGORIANO
La implementación de años bisiestos sigue el calendario gregoriano, establecido por el Papa Gregorio XIII en 1582. Sin embargo, existen excepciones para evitar complicaciones. Un año bisiesto no ocurre si el año es divisible por 100 pero no por 400. Por ejemplo, el año 1900 no fue bisiesto, aunque fue divisible por 4, 100 y 400.
Los años bisiestos son una ingeniosa solución para mantener nuestros calendarios alineados con los ciclos astronómicos, garantizando que las estaciones y los eventos relacionados con el tiempo permanezcan en sincronía con nuestras vidas cotidianas. Este ajuste preciso es una muestra de la adaptabilidad humana para mantener el orden en el seguimiento del tiempo a lo largo de los siglos.