El número de nacimientos en Corea del Sur cayó en 2023 hasta los 229.970, un 7,7 % menos respecto a los 249.000 de 2022, lo que supone otro mínimo histórico y agudiza los problemas demográficos del país.
Según datos publicados hoy por la Oficina de Estadística del Gobierno, la tasa total de fertilidad -el promedio de hijos que una mujer tiene a lo largo de su edad fértil- en 2023 se situó en 0,72, lejos de los 2,1 necesarios para mantener una población estable sin tener en cuenta la inmigración.
Se trata del sexto año consecutivo en que este número es inferior a 1 y del nivel más bajo desde que se empezaron a recopilar datos en este terreno en 1970.
En 2022, la tasa total de fertilidad fue más alta, de 0,78, y aun así supuso el dato más bajo entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Corea del Sur batió en 2023 otro mínimo histórico, en este caso con la tasa total de fertilidad para el cuarto trimestre, que fue de 0,65. El número de bebés nacidos en este periodo del año retrocedió un 6,9 % interanual, hasta los 52.618.
El país lleva observando constantes descensos en la natalidad durante los últimos años. En 2017, los nacimientos cayeron por primera vez por debajo de la marca de los 400.000; en 2020, de los 300.000; y en 2022, de los 250.000.
Combatir la baja natalidad es una de las prioridades del Gobierno, que el pasado mes de enero anunció que planea ampliar en seis meses los permisos de paternidad y maternidad hasta que sumen en total 18 meses.
La población surcoreana se enfrenta a varios factores que influyen en su estilo de vida y provocan que en muchos casos los jóvenes pospongan o renuncien a tener hijos, como el alto precio de la vivienda, las dificultades del mercado laboral o la desaceleración económica.
Está previsto que la media de edad en Corea del Sur pase de los 44,9 años en que se situaba en 2022 a 63,4 para 2072, año en el que se espera que la población del país sea de unos 36,22 millones de habitantes frente a los 51 actuales.
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