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Mario vs. Donkey Kong: un buen regreso a la fórmula original

IMN | 27/02/2024 | 15:04

El nuevo remaster de Nintendo ofrece puzzles en la rivalidad más antigua del gaming. Otro título para completar calendario de una empresa que pretende resolver un 2024 lleno de incógnitas
 
Hace tiempo ya que la Nintendo Switch no sólo funciona como la plataforma actual de la empresa de Kioto, sino que también es un recurso para volver a traer joyas que en su momento no lograron impactar por el motivo que fuese. Muchas veces tiene que ver con que su plataforma original no tuvo un éxito tan globalizado como la Nintendo Switch si tiene; muchas otras, con aprovechar que un remaster no tiene el mismo costo que un juego original y sirve para llenar calendario.
 
Mario vs. Donkey Kong es un resumen de estas dos aristas. Es la reivindicación de un muy buen juego de Mario, divertido, eficaz y diferente, mientras que se trata de una producción de no tan alto presupuesto y un scope bajo para un Nintendo que este año tiene que llenar huecos de cara a lo que, seguramente, se estén guardando para la próxima consola.
 
Para empezar, es bueno aclarar que estamos ante una experiencia de puzzles y no de plataformas, como es habitual en los videojuegos de Mario. Nuestro objetivo es resolver una serie de situaciones que se nos plantean y, en caso de hacerlo, ganamos el nivel. Al ganar seis niveles, podremos acceder a la batalla final de ese mundo. Y al ganar los ocho mundos, ganamos el juego.
 
La historia se centra en una fábrica de juguetes que tiene lugar en este universo ficticio llamado Mario Toys, donde se hacen mini versiones del fontanero. Donkey Kong se obsesiona y se las roba todas; y es responsabilidad de Mario la misión de rescatarlos uno por uno. Cada nivel representa un juguete de ese mundo y al terminar los seis podremos guiar a estos pequeños amigos a una meta determinada para vencer a Donkey Kong en ese hábitat en específico.
 
Cada nivel se divide en dos partes. En primer lugar debemos encontrar una llave y llevarla hacia una puerta. Durante toda la experiencia, habrá obstáculos que complicarán nuestro avance, y si algo tiene de bueno Mario vs. Donkey Kong es que el dinamismo y la dificultad van creciendo a la par del título. Una vez que llegamos a la puerta, cada nivel desbloquea una segunda parte donde tenemos que rescatar a cada Mini Mario.
 
Una vez terminados los seis niveles de ese mundo, nos enfrentamos a un rompecabezas mucho más complejo donde debemos guiar a la distancia a los seis Mini Mario que rescatamos sin que ninguno se quede en el camino. La cantidad total de estos personajes que podamos recuperar, serán la cantidad de vidas que tendremos frente al Donkey Kong de ese mundo. El gorila siempre tiene cuatro vidas, por lo que tener de mínimo cuatro juguetes representa estar en igualdad de condiciones.
 
Algo que me resulta un poco tedioso en esta nueva versión del título es que la jugabilidad se siente igual que en su versión original, haciendo que los saltos de Mario, a mi gusto, sean poco amigables, y que en general haya relaciones con el entorno que no son precisas, algo muy difícil de encontrar en la galería de videojuegos de Mario ya que el perfecto funcionamiento es un estandarte del personaje.
 
Sí debo decir que me sorprendió la enorme cantidad de contenido adicional que hay y el trabajo que se le puso encima. Cada nivel tiene un sistema de regalos que, al conseguirlos, marcamos el puntaje perfecto. Esto acerca la experiencia mucho más a los arquetipos actuales y le da una rejugabilidad (o extensión del tiempo de juego, mejor dicho) bastante alta.
 
También, más allá de que hay algunos mundos nuevos, existe un modo de new game plus que se activa al terminar el título y acciona ocho mundos nuevos. La verdadera sorpresa de esto es que no son mundos espejo más difíciles que los anteriores sino que son experiencias nuevas, mapas nuevos y con una mecánica diferente: sólo tenemos que guiar al Mini Mario hacia el final.
 
Hay un punto que sorprende desde el principio y es el apartado audiovisual. Las cinemáticas, completamente renovadas, nada tienen que envidiarle a producciones del cine e, incluso por momentos, se ven superiores. A nivel gráficos y música, hay una renovación total y muy pulida que hace parecer a Mario vs. Donkey Kong un videojuego pensado para este 2024.
 
Sin hacer mucho esfuerzo, podremos ver los créditos del juego en poco más de 6 horas. Con el new game plus esa duración se eleva a 12 horas y si queremos hacer todo a la perfección, seguro tendremos más de 20 horas en esta aventura.
 
Está claro que Nintendo encontró un formato con estas remasterizaciones para llenar calendario y dar la sensación de que tienen nuevos juegos absolutamente todo el tiempo. En lo particular, creo que en esta ocasión queda un poco opacado por otros trabajos similares como Metroid Prime Remastered o Kirby’s Return to Dreamland, pero si te gusta el clásico Mario Bros. es una buena oportunidad para tener más material al respecto.
 
Cómo videojuego, es una experiencia sumamente satisfactoria y es, quizás, uno de los mejores de esta sub franquicia. Sin embargo, analizándolo como remaster, creo que este tipo de nuevas versiones hacen bien su trabajo pero no terminan representando una actualización para corresponder a un videojuego que se vende prácticamente a precio completo.
 
Recomendado para cualquier jugador de Mario porque se van a encontrar con una fórmula efectiva, y también es un regreso a la franquicia original de Mario Bros. (1981). Creo que muchas otras personas que sólo esperan “un juego nuevo de Mario”, se quedarán con gusto a poco.