Sábado 27 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La Cultura Contributiva de cara a los próximos años

Alfonso Del Real López | 21/02/2024 | 08:16

MIRE USTED, ESTIMADO LECTOR: por andar de inquieto, decidí emprender la tarea de escribir respecto de la cultura contributiva porque, según yo, en estos momentos debería ser un tema de mucha importancia -sin menester de los otros que hay en la agenda pública- por una sencilla razón: lo que hoy se siembra bien, mañana se puede cosechar bien.

LA CULTURA CONTRIBUTIVA PUEDE entenderse como el grado de conocimiento, consciencia, acercamiento y cumplimento tributario que pueden tener los contribuyentes en un estado determinado, que va de la mano con el acercamiento a la información y la fortaleza de las instituciones fiscales.

EN UN INTERESANTE TEXTO editado por la Prodecon, titulado “Cultura Contributiva en América Latina” (2015, https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/103127/Cultura_Contributiva_en_Am_rica_Latina_2015.pdf), se advierte en el apartado trabajado por Borja y Lindemberg “Para superar una visión maniquea del mundo donde prevalece, por un lado, por parte de la Administración Tributaria una idea de la hostilidad fiscal, que da al contribuyente el estereotipo de presumible evasor fiscal; y por otro lado, por parte del contribuyente, un rechazo de los impuestos, lo que hace que se otorgue a la Administración Tributaria el estereotipo de opresor fiscal, los principios que rigen la moral tributaria se basan en la construcción de un conjunto de valores guiadas al establecimiento de relaciones de confianza y la búsqueda de la legitimidad de los impuestos dentro de los cuadrantes de un Estado Democrático y Social de derecho.”

ENTONCES, TENEMOS POR UN lado la idea de que los gobiernos son duros y coercitivos en cuanto a la situación fiscal/impositiva y, por otro lado, tenemos la idea del desdén de parte del contribuyente en cuanto al pago de impuestos.

ESTA RELACIÓN DIAMETRALMENTE opuesta lo que provoca es que no sea positiva para ninguno de los dos actores, puesto que tiene varias connotaciones negativas, entre ellas, que no hay un lazo de confianza entre autoridad y contribuyente.

EL ÁREA DE OPORTUNIDAD DE cara al futuro es pasar de esa relación de desconfianza y hasta de disgusto de parte de los contribuyentes, con la autoridad, a una relación colaborativa en donde entre otras cosas, el contribuyente sea más preciso en entender su obligación en cuanto al gasto público y, por el lado de los gobiernos, éstos sean más eficientes y transparentes en la aplicación de los impuestos.

COMO SEÑALAN LOS MISMOS Borja y Lindemberg, “(…) identificar las variables que motivan el cumplimiento fiscal constituye un enorme desafío y es un problema no resuelto que requiere profundizar en cada contexto. Hasta la fecha no ha sido posible encontrar un modelo que pronostique el comportamiento del conjunto de contribuyentes.

ASÍ, LAS TEORÍAS SOBRE LOS factores determinantes del cumplimiento fiscal, ampliamente basadas en percepciones ciudadanas, suponen un auténtico rompecabezas y varían de una realidad a otra, por lo cual requieren análisis pormenorizados de los factores económicos y políticos”.

HE AHÍ UNA CLAVE PARA LOS gobiernos. En una colaboración anterior le hablé de la importancia de los recursos propios de parte de los gobiernos locales para lograr una mayor bolsa de recursos que le permita instrumentar acciones propias, independientemente de lo que obtienen del sistema nacional de coordinación fiscal; por lo anterior, se erige con mayor importancia este tema de la identificación de las variables que motivan el cumplimiento del contribuyente… y una de esas, para mí, es la confianza en nuestros gobernantes.