Filiberto Juárez Córdoba | 14/02/2024 | 00:03
EL PRINCIPAL argumento de Rafael Nieto Compeán, para decretar la autonomía universitaria, fue que la educación superior estuviera a salvo de los vaivenes políticos y las luchas por el poder. Muchas etapas ha vivido la Universidad potosina desde entonces, pero siempre su comunidad se ha encargado de hacer valer los principios que le dieron fuerza y trascendencia, enfrentando incluso a los gobernantes que han buscado controlarla. Para garantizar el ejercicio de la autonomía, se ha creado una estructura en la quelaJunta Suprema de Gobierno, es la autoridad máxima, para resolver las situaciones extraordinarias. El Consejo Directivo Universitario,es el órgano supremo de autoridad, para su gobierno ordinario. El Rector, es el representante legaly responsable de la gestión académica y administrativa. Los Directores de las entidades académicas, son responsables de las actividades de gestión y organización de los servicios. El Secretario general, es colaborador del rector, en los asuntos de carácter administrativo, académico y de gobierno de la Universidad. La Junta de Gobierno, es nombrada por el Consejo Directivo. El Consejo Directivo, se integra por consejeros electos por los alumnos y maestros, y los directores de las unidades académicas. El rector es electopor el Consejo Directivo, al igual que los directores. Al secretario general lo nombra el rector. Así las cosas, es la comunidad universitaria, mediante sus mecanismos de representación la que decide quien la administra y gobierna.
AL SEÑALAR, el Estatuto Orgánico, en su artículo 59:“El Consejo Directivo en votación secreta durante la primer semana del mes de abril del año correspondiente, en sesión extraordinaria con quórum de las dos terceras partes de los integrantes del Consejo y con una votación de cuando menos la mitad más uno de los votos emitidos, nombrará a la persona que ocupe el cargo de la Rectoría”, y siendo 2024 el año correspondiente, es normal que haya especulaciones sobre quién será el próximo rector. Que el actual, Alejandro Zermeño Guerra, tenga derecho a la reelección, no significa que no pueda haber otros aspirantes, cualquier universitario puede aspirar, siempre que cumpla con los requisitos del Artículo 64, del referido estatuto:“Para ocupar la titularidad de la Rectoría se requiere: Ser de nacionalidad mexicana por nacimiento; II. Ser mayor de 30 años y menor de 70, en el momento de la elección; III. Tener título de alguna profesión expedida por Universidad reconocida y ejercicio profesional mínimo de 5 años; IV. No desempeñar ningún cargo político durante sus funciones ni estar empleado por la función pública; V. Ser profesor o profesora de esta Universidad con una antigüedad mínima de 5 años, y VI. Haberse distinguido en su profesión y gozar de estimación general como persona honorable, prudente y de espíritu universitario”. Con eso basta y sobra, para ser considerado, para ser electo, se necesita contar con la mayoría de los votos de los miembros del Consejo Directivo.
ESTANDO ASÍ lascosas, llama la atención que se diga que la UASLP corre el riesgo que una fuerza externa le imponga al próximo rector. Solo los universitarios, a través de su Consejo Directivo Universitario, tienen la facultad de nombrar, en el mes de abril, al rector. Alejandro Zermeño, ya dio a conocer su intención de buscar la reelección. Pablo Nava Ortiz, catedrático de la Facultad del Hábitat, acaba de anunciar su aspiración. También se dice que, Guadalupe del Carmen Briano Turrent, investigadora de la Facultad de Contaduría y Administración, ha dicho que quiere. Heriberto Méndez Cortés, director de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, también se menciona entre los aspirantes. Hay versiones sobre las motivaciones de ellos, yotros que pueden aparecer, sin embargo, son los consejeros,constituidos en sesión extraordinaria, para el efecto, quienes decidirán. Nadie más.Esperemos que los universitarios elijan la mejor opción, honrando la autonomía de que gozan y cuidando la vigencia y trascendencia de los fines de la casa de estudios a la que pertenecen.
EL PRESIDENTE tiene un problema en un ojo. Unos dicen que puede ser una conjuntivitis, pero él, ha dicho que es un tutupiche, vocablo de origen maya, que significa ojo inflamado. Para otros es un orzuelo y para los más una simple perrilla. Los médicos señalan varias causas para este tipo de infecciones, la gente del pueblo dice que son especies de granos salen por andar viendo cosas que no se deben, como parejas caninas haciendo lo que su instinto manda cuando están en celo, de ahí viene precisamente lo de perrillas, para nombrar a esos forúnculos o inflamaciones oculares.Esperemos que el ojo del presidente se libere pronto del tutupiche que lo afecta, para que vea mejor las cosas. Por los que insisten en averiguar las causas y se preguntan, qué andaría viendo, López Obrador, NOSOTROS DECIMOS:
Son malestares ingratos,
Pues dice la gente sencilla
Que el tutupiche o perrilla,
¡Le da al que mira otros datos!
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