Tres niños en la ciudad de Bazhong, provincia de Sichuan, China, lanzaron petardos en la víspera de Año Nuevo, causando una explosión en una alcantarilla. Aunque el incidente provocó la voladura de ocho tapas de alcantarilla y dejó a una persona con rasguños, el milagro radica en que todos los involucrados están vivos.
El suceso ocurrió alrededor de las 12 del medio dia del 8 de febrero, cuando tres niños, curiosos, arrojaron petardos encendidos a una alcantarilla en la acera frente a la comunidad Shui'an Yaju en el nuevo distrito de Jinbao, condado de Pingchang.
La explosión resultante arrojó ocho tapas de zanjas y dejó inconsciente a uno de los niños, quien fue rápidamente socorrido por transeúntes y enviado al hospital. Afortunadamente, sus lesiones, aunque no ponen en peligro su vida, se limitan a rasguños.
Las alcantarillas en la zona están conectadas al tanque séptico, y la fermentación de residuos en su interior produce biogás, principalmente metano, un gas inflamable. La explosión se desencadenó cuando uno de los petardos encendidos entró en contacto con el biogás acumulado en la alcantarilla.
Juegos similares de arrojar petardos a alcantarillas se han vuelto más comunes y han resultado en explosiones. Temen que, si esta tendencia continúa, pueda haber tragedias futuras.
