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Retinopatía diabética: el daño en los ojos por diabetes

Meditip | 02/02/2024 | 12:28

Daño en los ojos por diabetes: retinopatía diabética
 
La retinopatía diabética es el daño en los ojos por diabetes. Esta enfermedad suele producirse cuando la condición no recibe el tratamiento adecuado. Cuando el nivel de azúcar en la sangre es alto, daña los vasos sanguíneos de la retina. Estos vasos sanguíneos pueden hincharse y derramar sangre (tener hemorragias) o pueden cerrarse, impidiendo que la sangre siga su curso. A veces, nuevos vasos sanguíneos anormales crecen en la retina. Todos estos cambios en el funcionamiento del ojo pueden conducir a pérdida de la visión.
 
La retinopatía diabética es la forma más común de enfermedad ocular por diabetes. Esta condición usualmente afecta a personas que han tenido diabetes durante un número significativo de años, incluyendo a personas que no saben que padecen diabetes. Este trastorno de la vista se vuelve particularmente peligroso cuando no recibe tratamiento oportuno.
 
El riesgo de desarrollar retinopatía diabética aumenta con la edad y con niveles de glucosa y de presión arterial fuera de rango.
 
Según el Instituto Nacional de Salud del Reino Unido, cada año se reporta más de mil 200 nuevos casos de ceguera por retinopatía diabética en ese país europeo. De acuerdo con el Gobierno de México, este padecimiento crónico y progresivo tiene una prevalencia del 31.5% en la población con diabetes. Asimismo,  en los países industrializados este padecimiento se ha convertido en la causa principal de pérdida visual parcial y de ceguera en los adultos.
 
Por qué se produce la retinopatía diabética
 
Como se mencionó antes, el nivel de azúcar en la sangre alto de manera crónica debido a diabetes se asocia con daño a los vasos sanguíneos de la retina, lo que conduce a la retinopatía diabética. La retina detecta la luz y la convierte en señales enviadas a través del nervio óptico al cerebro. La retinopatía diabética puede causar una hemorragia o que los vasos sanguíneos de la retina pierdan demasiado líquido. Como resultado, se produce una visión borrosa o distorsión visual. En la etapa más avanzada de la retinopatía diabética, aparecen vasos sanguíneos anormales en la superficie de la retina. Esto puede provocar cicatrización del tejido y pérdida de células en la retina.
 
Etapas de la retinopatía diabética
 
La retinopatía diabética puede ser no proliferativa o proliferativa, y progresar a través de cuatro etapas:
 
Retinopatía no proliferativa leve
 
Esta es la etapa más temprana de la retinopatía diabética. Aquí se forman pequeñas áreas de hinchazón en los vasos sanguíneos de la retina. A estas pequeñas dilataciones se les denomina aneurismas o microaneurismas, los cuales pueden romperse y derramar líquido en la retina.
 
Tipos de retinopatía diabética: etapas de la retinopatía diabética y el daño en los ojos por diabetes
 
Retinopatía moderada no proliferativa
 
A medida que avanza la enfermedad, los vasos sanguíneos que nutren la retina pueden hincharse y deformarse. Además, pueden perder su capacidad de transportar la sangre. Ambas condiciones causan cambios característicos en la apariencia de la retina y pueden contribuir a un edema macular diabético, otra enfermedad ocular por diabetes.
 
Retinopatía no proliferativa grave
 
En esta tercera etapa, muchos más vasos sanguíneos se bloquean. Como resultado, se impide el suministro de sangre a las áreas de la retina. Estas áreas secretan factores de crecimiento que indican a la retina el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos.
 
Retinopatía diabética proliferativa
 
En esta etapa avanzada, el daño en los ojos por diabetes es grave. La retinopatía diabética proliferativa desencadena el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos que crecen a lo largo de la superficie interna de la retina y en el humor vítreo (líquido que llena el ojo). Los nuevos vasos sanguíneos son frágiles, lo que los hace más propensos a gotear y sangrar. El tejido cicatricial presente puede contraerse y causar desprendimiento de retina. Este hecho puede conducir a la pérdida permanente de la visión.