Qué es la actividad física
La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere un gasto de energía. Por ejemplo, caminar, tomar las escaleras e incluso limpiar la casa puede considerarse actividad física.
La actividad física constante de intensidad moderada, como practicar algún deporte, tiene grandes beneficios para la salud. Entre estos se encuentran: reducir riesgo de enfermedades cardiovasculares (hipertensión, insuficiencia cardiaca, ritmo cardíaco anormal), cáncer de colon, cáncer de mama, entre otros. Además, la cantidad adecuada de actividad física disminuye el riesgo de una fractura vertebral o de cadera.
El ejercicio es un tipo de actividad física. Sin embargo, no cualquier actividad física se considera ejercicio. El ejercicio es una actividad planificada, estructurada y repetitiva con la finalidad de mejorar o mantener la condición física.
Diferencia entre actividad física y ejercicio
La actividad física se puede definir como un movimiento que se lleva a cabo por los músculos esqueléticos. Esto quiere decir, cualquier movimiento que hagas es en realidad una actividad física. El ejercicio, por otra parte, es una subcategoría de la actividad física. Este se refiere a un movimiento planificado, estructurado, repetitivo e intencional, destinado a mejorar o mantener la condición física.
Diversas investigaciones han comprobado que cualquier actividad física contribuye positivamente a la salud y bienestar. De igual manera, el ejercicio contribuye a mejorar la condición física.
Componentes de la condición física
La condición física consta de cinco componentes específicos:
Capacidad cardiorrespiratoria
Fuerza muscular
Resistencia muscular
Flexibilidad
Composición corporal
Músculo esquelético
El músculo esquelético, también llamado músculo voluntario, es el más común de los tres tipos de músculos del cuerpo. Este músculo se une a los huesos por medio de los tendones y produce todos los movimientos del cuerpo.
A diferencia del músculo liso y cardiaco, el músculo esquelético está bajo control voluntario. Las fibras del músculo esquelético están unidas por el tejido conjuntivo y se comunican con los nervios y vasos sanguíneos.
El tejido conjuntivo es un grupo de tejidos que mantienen la forma del cuerpo y sus órganos, además de proporcionar unión y soporte interno. Algunos ejemplos de tejido conjuntivo son:
Huesos
Ligamentos
Tendones
Cartílago
Tejido adiposo (grasa)
Beneficios de la actividad física
La actividad física es una de las cosas más importantes que puedes hacer para mejorar tu salud.
En caso que tengas alguna afección crónica, como la artritis, diabetes o enfermedad cardiaca, es importante que consultes a tu médico para definir un plan de actividad física apropiado. Si tu condición no te permite cumplir con las pautas mínimas, procura hacer la cantidad que resistas. Es fundamental evitar la inactividad.
Los eventos o accidentes cardiacos son poco frecuentes durante la actividad física. No obstante, el riesgo aumenta cuando te vuelves mucho más activo de lo normal. Es recomendable no rebasar el límite superior de ritmo cardiaco, el cual es 220 latidos por minuto menos la edad de la persona. Por ejemplo, la frecuencia cardiaca máxima de una persona de 40 años es de 180 latidos por minuto.
Controlar tu peso
Control de pesoLa dieta y la actividad física juegan un papel importante en el control de tu peso. El sobrepeso ocurre cuando las calorías que quemas son menores a las que consumes.
Existe evidencia científica de que el ejercicio puede ayudar a mantener el peso adecuado a lo largo del tiempo. Sin embargo, el requerimiento exacto varía de persona a persona. Se requiere una buena cantidad de ejercicio para perder peso y no recuperarlo.
El metabolismo se optimiza a medida que incrementa la actividad. Un ajuste en la dieta, así como la reducción de calorías es de gran ayuda. Lograr y mantener un peso saludable requiere tanto actividad física regular como un plan de alimentación saludable.
Reducir el riesgo de una enfermedad cardiovascular
Hacer al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de moderada intensidad a la semana ayuda a reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular o una enfermedad cardiaca. Es importante obtener la información adecuada sobre las actividades físicas recomendadadas.
Por otra parte, la actividad física también ayuda a reducir los niveles de colesterol y disminuir la presión arterial.
Reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y síndrome metabólico
Diversas investigaciones muestran que el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o padecer síndrome metabólico disminuye con 120 a 150 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada. Mientras más actividad física realices, menor será tu riesgo.
El síndrome metabólico es una afección en la que se combinan un exceso de grasa alrededor de la cintura, presión arterial elevada, colesterol bueno bajo, triglicéridos altos o niveles de azúcar en la sangre por encima de lo recomendado.
Reducir el riesgo de cáncer
Estar físicamente activo disminuye el riesgo de dos tipos de cáncer, colon y mama. A pesar de que la investigación no ha concluido, algunos hallazgos sugieren que el riesgo de cáncer de pulmón y endometrio disminuye si realizas actividad física con regularidad. Por otra parte, si eres sobreviviente de cáncer, mantenerse activo ayuda a mejorar la calidad de vida.
Mejorar tu salud mental y estado de ánimo
La actividad física regular ayuda a mantener tus habilidades de pensamiento, aprendizaje y sentido común a medida que pasan los años. Además, ayuda a reducir el riesgo de depresión y a dormir mejor.
Algunas pruebas científicas también han demostrado que incluso niveles bajos de actividad física pueden mostrar beneficios.
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