Te entendemos, comenzar una rutina workout puede ser muy abrumador, pero no te preocupes, estamos aquí para hacerte el camino más sencillo y divertido. Si quieres saber cómo empezar a hacer ejercicio, existen algunos tips muy sencillos que te llevarán de la inactividad a la acción en un cerrar de ojos.
¿Quieres saber cuáles son? ¡Quédate a leer hasta el final y prepárate para sentir la emoción de moverte y enamorarte tanto del proceso como de los resultados!
Busca tu motivación
Antes de dar el primer paso, pregúntate a ti misma: ¿por qué quiero hacer ejercicio? Ya sea para lucir increíble, librarte del estrés, conquistar nuevas metas o sentirte bien contigo misma, encontrar tu razón te dará la chispa que necesitas. ¡Visualiza tu éxito y deja que esa motivación te ponga en marcha!
Comienza con pequeños pasos
No te sientas presionada a correr un maratón en tu primer día. Inicia con pequeñas dosis de ejercicio como salir a caminar, andar en bicicleta, bailar o hacer yoga en casa. El secreto está en avanzar lento pero seguro, construyendo una base sólida para tu nueva rutina.
Establece metas realistas
Es muy común que al empezar a hacer ejercicio queramos ver resultados inmediatos, pero todo llega a su tiempo. Nada apaga el fuego del entusiasmo como metas inalcanzables. Establece objetivos de acuerdo a tu condición física y resistencia, ¡y celebra pequeños logros! Ya sea levantar pesas, correr unos cuantos metros o simplemente mantenerte activa, cada paso cuenta.
Encuentra qué te apasiona
¿Eres más de yoga, pilates, natación o box? Descubre qué forma de hacer ejercicio te emociona y divierte, porque cuando amas lo que haces, esa tarea se convierte en una actividad imprescindible en tu día a día. ¡Anímate a experimentar cosas nuevas y disfruta cada sesión!
Crea una rutina de ejercicio equilibrada
Variar es la clave para mantener el interés y desafiar tu cuerpo. Combina actividades moderadas, como caminar o trotar, con otras más intensas, como el HIIT o levantamiento de pesas, para seguir motivada y superar obstáculos. ¡Abraza la diversidad y mantente enfocada!
Hazlo parte de tu rutina diaria
¿Sabes cuál es la clave del éxito? La consistencia. Convierte tu sesión de entrenamiento en un hábito. Elige un momento que se ajuste a tu agenda, ya sea al despertar, durante la pausa del almuerzo o al atardecer, hacer ejercicio se convertirá en algo tan automático y necesario como cepillarte los dientes.
Establece tiempos de recuperación
El descanso no es un lujo, es una necesidad. Dale a tu cuerpo el tiempo necesario para recuperarse y fortalecerse. Escucha a tu cuerpo y programa momentos que te permitan relajarte, renovar energías y consentirte. ¡Una buena noche de sueño es tan importante como tus entrenamientos!
Con esta práctica guía ahora sabes cómo empezar a hacer ejercicio sin morir en el intento. No olvides que el viaje hacia el bienestar puede tener sus altibajos, pero persiste y recuerda que cada esfuerzo tendrá su recompensa. ¡Comienza hoy mismo!
