En El San Luis que se fue, la calle que hoy conocemos con el nombre de Álvaro Obregón, tuvo diferentes nombres, es más, en algún momento cada cuadra tenía un nombre diferente, pero siempre fue una de las calles más importantes de la ciudad, porque además de conectar la Plaza de la Compañía con la Plaza de San Juan de Dios y la de la Lagunita, se encontraba en ella El Beaterio de San Nicolás Obispo de Bari, que fue construido a finales del Siglo XVII y funcionó hasta la segunda mitad del Siglo XIX, cuando se ordenó su destrucción, como parte de las leyes de Reforma.
El Beaterío o Colegio de Niñas Educandas de San Nicolás fue mandado edificar por Don Nicolás Fernando Torres, y alojaba en sus instalaciones a niñas desprotegidas y durante el día también fungía como escuela para niños.
Conforme fue creciendo la ciudad, esta calle también fue cambiando y se convirtió poco a poco en la entrada a la ciudad desde la Villa del Montecillo.
Fue por esta calle que entraron los ejércitos revolucionarios, federalistas, cristeros, y hasta los franceses.
Hoy se ha convertido en una calle comercial, en la que se pueden localizar algunos de los negocios más importantes del Centro Histórico.
Fotos: El Arcón de los Abuelos