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Hernia epigástrica: causas, tratamiento y complicaciones

Meditip | 24/01/2024 | 12:41

¿Qué es una hernia epigástrica?
Una hernia epigástrica ocurre cuando se presenta una debilidad en el músculo abdominal. Dicha debilidad permite los tejidos internos u órganos salgan a través de la pared abdominal. Usualmente se presenta al nacer y es similar a una hernia umbilical. La diferencia entre ambas radica que la hernia umbilical se forma alrededor o en el ombligo y la epigástrica se forma entre el ombligo y el pecho.
 
Una hernia epigástrica puede ser tan pequeña que puede empujar el revestimiento de la cavidad abdominal (peritoneo) a través de la pared muscular.
 
En casos menores, el problema se diagnostica durante una tomografía computarizada. También se realiza otra prueba para descartar otro problema diferente que no esté causando síntomas. De hecho, muchas hernias epigástricas son diagnosticadas en adultos en vez de niños. En casos severos, porciones de un órgano pueden moverse a través del orificio del músculo.
 
Esta hernia se encuentra en la región epigástrica de la pared abdominal, arriba del ombligo y justamente debajo del esternón. Este tipo de hernia es una condición muy común en adultos y niños. Cerca del 2% al 3% de las hernias ubicadas en el abdomen, son hernias epigástricas. La mayoría de las veces, no se sienten síntomas o se sienten mínimamente. La falta de síntomas para esta condición tiende a que se deje pasar.
 
Causas
Como lo mencionamos, la hernia epigástrica ocurre cuando los tejidos en la pared abdominal no cierran completamente durante el desarrollo. Las investigaciones para descubrir las causas específicas que causan estas hernias aún continúan. Esto se debe posiblemente a que no se reportan debido a la falta de síntomas.
 
Sin embargo, hay una teoría que ha ganada credibilidad. Pues se cree que la hernia epigástrica puede ser causada cuando hay una tensión en la pared abdominal en la región epigástrica se une al diafragma.
 
Síntomas
Generalmente, esta hernia es causada por una masa de grasa que ha sido empujada a través de la hernia. El área elevada es visible todo el tiempo o solo cuando la persona tose, estornuda o se ríe. El bulto o masa puede crecer y hacerse más grande en ciertos casos. Un dato importante es que se pueden tener más de una hernia epigástrica al mismo tiempo.
 
Esta hernia puede causar sensibilidad y dolor en la región epigástrica. Sin embargo, es común de esta hernia no mostrar o tener algún síntoma.
 
Tratamiento
Este tipo de hernia no se cura sola y las complicaciones puede conllevar a una cirugía de hernia, que es la única forma de repararla. Este es el tratamiento recomendado, incluso en niños, debido al crecimiento de la hernia y las complicaciones adicionales que causa. Para completar la reparación, es posible necesitar suturas o la colocación de una malla. El uso de estas se determina por el tamaño de la hernia y otros factores, como el tipo de cirugía.
 
Tratamiento en niños
Es posible que la hernia en un bebé se posponga hasta que tenga la fuerza suficiente. Los niños pequeños pueden tolerar la cirugía mejor que los recién nacidos. Por esa razón puede ser beneficioso esperar hasta que el niño crezca.
 
Tratamiento en adultos
No es raro que a un adulto sea diagnosticado con una hernia epigástrica que no conocía con anterioridad. Incluso es posible que una hernia de la cual se tenía consentimiento por años pueda convertirse en un problema al envejecer.
 
Para algunas personas, una hernia no causa síntomas hasta después. Las razones más comunes son obesidad, debilidad muscular o tensión en la pared abdominal. En estos casos, la cirugía para reparar será necesaria si la hernia causa dolor o corre el riesgo de estrangularse.
 
Cirugía
Una cirugía para reparar una hernia epigástrica se realiza usando anestesia general y de forma ambulatoria o interna. En caso de que el paciente sea un niño, se debe tener especial cuidado para preparar adecuadamente al pequeño para la cirugía. Cuando se la anestesia se ha administrado, la cirugía comienza con una incisión en ambos lados de la hernia. Un laparoscopio se inserta dentro de la incisión y la otra incisión se usa para instrumentación quirúrgica adicional.
 
cirugía de reparación de hernia epigástricaEl cirujano entonces aísla la porción de revestimiento que está siendo empujada a través del músculo. A este tejido se le llama saco herniario y el cirujano lo regresa a su posición correcta y comienza a reparar el defecto muscular. Si este último es pequeño, puede ser suturado para cerrarlo. Las suturas permanecerán en su lugar permanentemente, previniendo la formación de la hernia de nueva cuenta. Si los defectos musculares son grandes, el cirujano puede determinar que las suturas no bastan o no son adecuadas.
 
En este caso, se usa un injerto de malla para cubrir el orificio. La malla es permanente y previene a la hernia de volver a formarse, aunque el defecto permanezca abierto. Si el método de sutura es usado en defectos musculares grandes, la oportunidad de reaparición aumenta. El uso de mallas en hernias largas es lo recomendable, pero puede no ser apropiado si el paciente tiene historial médico de rechazo de implantes quirúrgicos o una condición que prevenga el uso de mallas.
 
Una vez que la malla es colocada o se ha cosido el músculo, el laparoscopio se extrae y se cierra la incisión. La incisión puede ser cerrada de diferentes formas, desde suturas que se remueven después, pegamento especial usado para evitar suturas o vendajes adhesivos pequeños llamados esteri-strips.
 
Complicaciones
Si la hernia no ha sido tratada, se debe acudir inmediatamente con un médico para su tratamiento. Cuando una persona con hernia epigástrica comienza a experimentar vómito o fiebre y aumenta el dolor abdominal, no debe perder más tiempo. Estos síntomas pueden indicar que hay una obstrucción del intestino.
 
La cirugía para reparar una hernia epigástrica puede conllevar a ciertas complicaciones graves. Si un paciente tiene alguno de los siguientes síntomas después de la cirugía, debe buscar atención médica inmediata. Las complicaciones se pueden presentar alrededor de la cirugía, en la anestesia general y todo lo relacionado con la cirugía específica.
 
Dolor
Infección
Cicatrizado después de la curación
Coágulos de sangre
Desarrollo de un bulto que no es una hernia
Una pequeña posibilidad de una hernia recurrente
Infección de la malla
Fiebre alta
Dificultad para orinar
Secreción en el lugar de la cirugía
Incremento en el dolor o hinchazón en el lugar de la cirugía
Sangrado que no cesa
Náuseas
Vómito
Complicaciones al no tratarse una hernia
Las complicaciones de una hernia epigástrica que no se trata, puede derivar en lo siguiente:
 
Hernia agrandada, la cual eventualmente permitirá que partes del intestino salgan, incrementando el dolor y la sensibilidad. Esto puede conducir al bloqueo del mismo. La hernia puede agrandarse tanto que sería casi imposible de reparar incluso con una malla.
 
 
Recuperación
La mayoría de pacientes que tienen una hernia son capaces de regresar a su actividad normal de dos a cuatro semanas. A las personas de la tercera edad les toma más tiempo. El ombligo suele estar sensible, especialmente la primera semana. Durante este tiempo, la incisión debe estar protegida durante actividades que aumenten la presión abdominal, aplicando una presión firme pero suave sobre la línea de la incisión.
 
Actividades en las cuales la incisión debe estar protegida:
 
Moverse de una posición acostada a una posición sentada o de estar sentado a ponerse de pie.
Estornudar
Toser
Llorar, especialmente si el niño se pone rojo de la cara del esfuerzo
Ejercer presión durante un movimiento del intestino
Vomitar