Confiado en la belleza de su música clásica mezclada con la energía del metal sinfónico, Christofer Johnsson, fundador de Therion, apostó por vender más entradas para sus seguidores en lugar de asegurar su sold out a la primera, logrando reunir a 14 mil seguidores, según cifra de la promotora.
"El lugar es genial. Aunque es un poco surrealista que tocas en un espectáculo de este tamaño y luego las puertas de los baños detrás del escenario no tienen cerraduras. Por supuesto, es divertido agotar las entradas para tu primer espectáculo en un estadio, pero es aún más divertido si se les puede dar espacio a más personas de afuera que quieran entrar", dijo Johnsson.
En punto de las 19:00 horas, la banda sueca Therion, con su orquesta sinfónica y el coro compuesto por casi 100 músicos, arribó al escenario para hacer un recorrido por las gemas de su discografía con un concierto de 20 canciones.
Los asistentes recibieron a la agrupación con ovaciones. "Therion, Therion, Therion", se escuchaba en el público mientras los fans de las primeras filas ondeaban banderas de México.
A los músicos les gusta que antes de iniciar cada pieza el público esté en silencio para no ahogar el sonido de la orquesta en las notas más suaves y emocionales. Hubo una pausa para recibir el afecto del público mexicano y empezar con "The Blood of Kingu".
"Ciudad de México", gritó Johnsson. "Es bueno estar de regreso y estoy seguro de que nadie se esperaba esa respuesta. De verdad los amamos más de lo que ustedes nos aman a nosotros", agregó.
Con una escenografía de 10 filas repletas de luces, al frente de la orquesta se posicionaron los cantantes y guitarristas. Sobre el público se esparcía el hielo seco
La Arena CDMX se convirtió en un cielo lleno de constelaciones y estrellas con las luces de los celulares, mientras Therion interpretaba "Ruler Of Tamag".
A las 21:30 horas, la banda lanzó flamas de fuego al filo del escenario con "Birth of Venus". El público presente disfrutaba cada ejecución musical sentado desde su lugar mientras agitaban al cabeza moviendo su melena.
"Vamos a hacer algo muy divertido. Hace 10 años, fue mi último tour en México y por eso quiero cantar algo en francés", comentó Linnéa Vikström antes de interpretar "Mon Amour Mon Ami".
La soprano Isa García Navas se sentó sobre el piso y acomodó su falda morada con detalles en plata, alrededor de su dorso, sujetó una rosa que elevó para después acercarla a su boca con delicadeza.
"Asgård" y "Draconian Trilogy" fueron la joya de la corona del metal sinfónico en el que las sopranos cantaban y con sus manos hacían expresiones teatrales al ritmo de cada nota musical de los instrumentos de cuerda.
Luego de un breve intermedio, la banda volvió fuerte con "Ginnungagap". Una de las sopranos lució un vestido largo entallado con corte sirena en color rojo con brillo, llevándose los chiflidos y piropos de los caballeros presentes.
Al interpretar "Ten Courts of Diyu" y "Litany of the Fallen", el público no dejó de cantar mientras el escenario se pintaba con luces rojas. Con luces tenues azules, Therion interpretó "Siren of The Woods" y los fans alumbraron con la luz de sus celulares y en "Son of the Staves" los guitarristas tuvieron su momento de gloria al hacer sus solos de guitarra.
El color negro fue el común denominador en la vestimenta de los asistentes; sin embargo, cada quien portaba prendas de acuerdo a su estilo de vestir.
Había chicas con minifaldas, faldas largas, vestidos entallados con medias térmicas. Sin embargo, hubo quien optó por usar pantalón de mezclilla o de vinipiel con bustier o playeras con el logo de la banda. Algunas llevaban tacones, botas u otras apostaron por la comodidad con los tenis.
Los hombres iban de pantalón y playera. Algunos usaban chaqueta de piel y estoperoles. Unos traían el cabello largo y rizado y amarrado en una cola de caballo, otros lo preferían suelto, pero también había quien lo traía corto.
"Lemuria", "Quetzalcoatl", "Rise of Sodom" y "To Mega Therion" fueron la cereza del pastel del concierto, donde la agrupación logró que los 14 mil presentes hicieran los coros de estas piezas musicales.
Previo al concierto, decenas de fans se dieron cita afuera de una tienda de conveniencia para hacer el precopeo con cerveza, convivir y platicar sobre la banda sueca.
A diferencia de otros conciertos en la parte de afuera, había un puesto con mercancía oficial de la banda. Las playeras de manga corta estaban en 500 pesos y las de manga larga en 700, las sudaderas en mil pesos y las gorras en 300 pesos.
La banda tenía como objetivo reunir entre 7 mil y 8 mil fanáticos, pero sus expectativas se superaron gracias al apoyo de sus fans.