Jueves 2 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Augura Gustavo Prado año de choque y esperanza

Agencia Reforma | 13/01/2024 | 12:41

 
Entre la realidad y los otros datos, resulta que en promedio la economía en México creció sólo un .7 por ciento por año en este sexenio. Así que no es el momento de echar las campanas al viento de que ya salió todo bien.
 
Hay que esperar un escenario estable en 2024, pero 2025 pasará la factura. Hay que planear para tener negocios en ese entonces, ya que el panorama del retail apenas se recuperó en 2023 al nivel del 2018.
 
Las nuevas generaciones basan todo su imaginario en el TikTok, las tendencias se generan ahí: donde el lujo silencioso nunca llegó, pero el consumo de marcas de lujo parece estar determinado por el gusto musical desde Bellakath a Peso Pluma. Cada día es más apremiante "hablar" entonces el lenguaje de TikTok.
 
Si la polarización era ya horrible, la del 2024 será aún más tóxica. ¿A cuánta gente más le podemos dejar de hablar? Todo mundo piensa que la siguiente elección será entre dos formatos, pero más bien tiene que ver con dos ideas de futuro. Continuidad o cambio.
 
Es un año rojo, de pasión, de enfrentamiento. Pero esa calidez debe dar lugar a nuevas esperanzas. Una nueva energía surge: de cualquier lado del espectro nos gobernará una mujer. Y eso tiene que abrir la puerta a una energía femenina que nunca habíamos sentido.
 
A veces pensamos que el escenario de ideales y normas ha cambiado radicalmente en el País, pero eso sólo sucede para un pequeño porcentaje que tiene ideas realmente avanzadas.
 
En suma, México es mucho más conservador y ese contraste de pensamiento será uno de los grandes temas de polarización este periodo.
 
Un México polarizado que buscará cómo expresar su identidad en nuevos "cores", pero que al mismo tiempo tendrá en el telón de fondo la elección presidencial.
 
La elección planteará continuidad o cambio, dos Méxicos, el ceñido a los atavismos del pasado y la continuidad o el que buscará una nueva narrativa.
 
La moda, como siempre, se adaptará entre un nacionalismo extremo hasta la búsqueda de nuevas historias tecnológicas. El siglo ya está en su tercera década, su desenlace es previsible: el conflicto.
 
¿El siempre prometido nearshoring (o sea, trasladar procesos, servicios y funciones de una zona a otra que tenga menor distancia geográfica) llegará para salvarnos? ¿O tendremos que afrontar el reto de no habernos puesto a tiempo con el mundo?