El sonambulismo es un trastorno del sueño, que provoca que quienes lo padecen realicen actividades inconscientes mientras están dormidos, como puede ser levantarse de la cama, andar por la casa o incluso salir al exterior, aunque tras despertar no recuerdan nada de ello. Hay estudios que indican que un 7% de la gente tiene actos de sonambulismo alguna vez en su vida, aunque en muchas ocasiones ocurre solo en la infancia.
Pese a lo extendido de este trastorno, existen muchos mitos y falsas creencias en torno a los sonámbulos. El sanitario y experto en primeros auxilios Miguel Assal acaba de hablar sobre ello en un reciente vídeo, en el que explica cómo es mejor actuar si convivimos con una persona que padezca sonambulismo.
La leyenda más común dice que es peligroso despertar a un sonámbulo, que podemos provocarle un infarto al hacerlo o que incluso vamos a hacer que su alma se aleje de su cuerpo. Assal niega tajantemente que existan semejantes peligros por despertar a alguien en ese estado.
¿Hay que despertarle?
Pese a que no existan esos mencionados peligros, no siempre es la mejor idea despertarle repentinamente, pues al hacerlo puede sentirse "angustiado, agobiado y desorientado", aunque después de un rato volverá a estar bien.
"La mejor opción es que no le despiertes y que le guíes de nuevo a su cama para que siga durmiendo", apunta el sanitario. Sin embargo, hay situaciones en las que puede que no quede otra que despertarle: si hay riesgo de caída (por estar andando hacia unas escaleras, por ejemplo), o si va a salir de casa. Eso sí, en esos casos hay que procurar despertarle "suavemente y con normalidad", para no sobresaltarle demasiado.
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