Lunes 4 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Espacio de Reflexión

Dr. Jaime Chalita Zarur | 31/12/2023 | 02:50

Los seres humanos, mujeres y hombres, pensamos que somos algo o, alguien y, posiblemente se tenga razón pero, reducido a un espacio muy pequeño llegando a expresarse en dimensiones de micro vamos, todos somos insignificante en la grandeza de lo que vemos y, de lo mucho más, que no vemos ni entendemos, en torno al Universo.

Finalmente llegó el último mes de diciembre del año 2023. Para quienes hemos sobrevivido la pandemia del 2020, hay mucho por lo que se tiene que dar gracias en nuestro entorno a quienes nos permiten la convivencia cotidiana y desde luego gracias al Creador de todo lo que entendemos y de lo mucho más de lo que no entendemos. En aquel año de la pandemia muchos pensamos que la humanidad cambiaría el rumbo para bien y… nos equivocamos.

Por razones de comodidad, dejamos importantes desiciones de nuestras vidas personales, hasta que estamos por iniciar un nuevo año en nuestras vidas, pareciendo que perseguimos el triunfo en nuestras metas trazadas. La verdad es que, lo cotidiano nos aparta de la disciplina que deberíamos guardar para alcanzar nuestros propósitos. Pocos son los que llegan a sus metas.

Momentos mágicos que pudieran ser, en cualquier parte de nuestra existencia para prometernos y prometer a los demás mejores relaciones humanas en un mundo perdido en la inmoralidad de querer vivir en paz. Lo deseamos, lo anhelamos pero, hacemos muy poco o, nada por alcanzarlo. La envidia, el egoísmo, la avaricia y la soberbia nos hacen esclavos de la traición entre los mismos.

Si Usted ha hecho ya, sus propósitos del año que empieza, ponga aprueba su fortaleza de decisión y empiece en cualquier minuto, en cualquier lugar, probándose a sí mismo, la lealtad a su persona: cumpliendo sus promesas, estableciendo ejemplar conducta.

En muchos lados podemos encontrar las expresiones, exigencias también, del cambio para bien, para sentir paz, armonía, bienestar en lo personal pero también, las cosas buenas deberían ser procuradas para los demás; no estamos solos en este Planeta Tierra.

Nada de lo que tenemos, absolutamente nada, nos pertenece. El espejismo de “tener” nos traiciona; no tenemos nada. Usamos todo, y absolutamente todo viene de la tierra. Cuanto imagine lo hemos tomado de la tierra y su atmósfera. Así, nada es de la propiedad de nadie.

Venga pues, 2024 con toda la fuerza para que entendamos el cambio que tenemos que hacer para bien, antes de perdernos en la nada. Así, la fuerza nos atropelle en armonía, bendiciones, progreso, felicidad pero sobre todo, salud.

Feliz estancia en 2024 a quienes me dan la oportunidad de llegar por este medio a sus reflexiones

Abrazo fuerte y fraterno amigas, amigos.

jaimechalita@yahoo.com