José Luis Solís Barragán | 31/12/2023 | 01:59
Cuando vemos a personas señalar que el “gobernar” un país no tiene ciencia, podemos entender que no existe ni una pequeña noción de lo que implica el ejercicio del Gobierno, que se asume que la dirección de un país es simplemente improvisación y la búsqueda de la generación de simpatías con los electores.
Gobernar implica una serie de procesos, los cuales requieren orden, objetividad, planeación, honestidad, compromiso de servicio, profesionalización y sobre todo en un país que se asume como democrático, una construcción de legitimidad de la mano de una ciudadanía.
Los pensamientos de que el gobernar lo puede hacer cualquier persona, o que todo individuo es apto para tener en sus manos el destino de un país, han propiciado crisis constitucionales en los países, generando serias dudas sobre la pertinencia de la democracia como sistema político.
Es necesario entender que la democracia no es sólo un acto de acudir a las urnas con cierta periodicidad, sino que es necesario transitar a un esquema de gobernanza, en el que el ciudadano participa en la definición de las prioridades públicas, el planteamiento de soluciones, y se convierte en el multiplicador de los esfuerzos que permitan la atención de las problemáticas; sólo de esta forma podemos hablar una democracia en toda la extensión de la palabra.
Los problemas públicos son complejos, su atención requiere un compromiso serio de la clase gobernante, que deje de lado el pensamiento que sólo se deben administrar, para poder transitar a una búsqueda de soluciones serias a los retos que enfrentan las naciones.
Sin duda alguna México tiene años administrando problemas, generado paliativos, que terminan por agravar la situación por la necedad de no atendarla en el momento oportuno, muchas de las situaciones que vivimos en el presente son consecuencia de malos gobiernos que simplemente han decidido patear los problemas para que el siguiente sexenio lo resuelva.
México transitó de un régimen de partido preponderante a la pluralidad de la alternancia política; de la pulverización del poder del Ejecutivo, a la reconcentración de la toma de decisiones en manos del presidente; y sin embargo, los problemas de ayer, siguen siendo los problemas de hoy.
Ya arrancó el proceso electoral que renovará al Titular del Poder Ejecutivo Federal y a las Cámaras que integran el Congreso de la Unión, vemos discursos, descalificaciones e incluso el planteamiento de seguir dividiendo al paísentre buenos o malos, pero falta seriedad para entrar a temas que duelen y que ya no podemos seguir diciendo: otro año que dejamos pasar.
México necesita atender problemas latentes como la inseguridad y la corrupción; debemos transitar a una administración pública eficiente y eficaz que permita garantizar los derechos a los sectores más vulnerables; políticas que permitan la justa redistribución de la riqueza y un planteamiento serio del rumbo que esperamos tomarcomo país.
Otro año que dejamos pasar y seguimos postergando temas que son cruciales en nuestro país como:
Una reforma al sistema fiscal mexicano que permita ampliar la base de contribuyentes, generando un sistema de recaudación eficaz que cumpla el objetivo principal de los impuestos, es decir: la redistribución de la riqueza, para mitigar la desigualdad de las naciones.
Una reforma en materia coordinación fiscal, que genereuna corresponsabilidad de Estados y municipios para disminuir la dependencia respecto los ingresos federales, construyendo una verdadera soberanía de las Entidades Federativas y autonomía para los ayuntamientos y las demarcaciones territoriales.
Cambios sustantivos para fortalecer el sistema de pesos y contrapesos que pongan freno a los excesos de los gobernantes tanto en el ámbito federal, así como el local; para evitar la concentración del poder y con ello fortalecer la democracia.
Robustecimiento de mecanismos en materia de rendición de cuentas, que propicien el empoderamiento del ciudadano, para colocarlo en el centro de la democracia y del ejercicio del Gobierno.
Reforma en materia administrativa que permita evitar la centralización, así como alcanzar el constituir una administración pública eficiente y eficaz, fortalecer la profesionalización del servicio público para evitar la cultura del botín a manos de la clase política, y con ello contribuir a poner freno a la corrupción que lesiona al país.
Impulso de un esquema de gobernanza que ponga fin a la partidocracia que pervirtió a la democracia mexicana, por la defensa y representación de intereses partidistas, dejando de lado a la ciudadanía.
Estos, son algunos temas que es importante que empiecen a plantearse para el próximo gobierno, estos solo son pequeñas ideas que deben desdoblarse, porque otro año comienza sin que como país se hubiesen materializado avances en dichas materias, por ello como gobierno y sociedad podemos decir: otro año que se nos fue, otro año que no logramos cambios reales para el país.
P.D. Con motivo de este fin de año, mis mejores deseos para usted y su familia, al tiempo que aprovecho para agradecer no sólo a quienes me honran leyendo este espacio, sino también mi gratitud a todos aquellos que me han brindado su apoyo para materializar estas opiniones y por supuesto a quienes lo hacen posible con su trabajo diario, muchas gracias y que tengan un feliz 2024.
@josesolisb