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Según la psicología, estas claves pueden ayudarte a reparar una relación disfuncional

GQ | 28/12/2023 | 15:11

Tener una relación disfuncional no es el plan de nadie, no es lo que se busca y tampoco lo que se pretende cuando se empieza a salir o a conocer a una persona nueva, pero hay muchas cosas que pueden hacer que se termina en ese punto y que incluso pueden hacer que algo que empezó bien se convierta en algo disfuncional con el tiempo.
 
Las relaciones disfuncionales incluso pueden llegar a convertirse en relaciones tóxicas con el tiempo y si los problemas no se atienden y no se hace un intento por conocer sus causas y resolverlos.
 
Perro, así como una buena relación se puede volver disfuncional, también existe la posibilidad de que una relación que tiene problemas pueda sanar y volver a ese punto en el que le brinda beneficios a todos, hay un vínculo fuerte, intimidad y hace que todos los involucrados se sientan satisfechos, seguros y con mayor felicidad.
 
La psicología dice que hay relaciones que es mejor abandonar, pero, antes de renunciar a una, es importante determinar si realmente está más allá de la salvación o si todo puede cambiar con algunas estrategias, herramientas y con la introducción de buenos hábitos. Y si decides que quieres luchar por una relación, entonces hay opciones.
 
La relación disfuncional y las claves para repararla
 
Busca el origen de los problemas
Los expertos en las relaciones dicen que, para poder solucionar un problema, es importante volver a la raíz, para descubrir de dónde viene, qué lo causa y si es algo que se puede reparar. La idea es que no solo te enfoques en los “síntomas”, sino que descubras qué es lo que está causando los problemas para que puedas trabajar en eso y descubrir cuáles son las mejores maneras de lidiar con esa situación.
 
Además, ir al origen ayuda a que te des cuenta de si es algo en lo que realmente se puede trabajar o si todo lo que no funciona tiene que ver con algo irreparable o demasiado complicado.
 
Hay que tener una buena conversación (o muchas)
Hay que tener en cuenta que las personas no tiene la habilidad de leer mentes, así que, cuando hay problemas, inseguridades, dudas y más, entonces hay que hablar las cosas, de manera clara, abierta y honesta, ya que a través de esa vulnerabilidad también se genera intimidad, se trabaja en la confianza y se pueden encontrar las mejores maneras de sanar y avanzar.
 
Y así como hay que tener apertura para hablar, hay que tenerla también para escuchar a los demás y para permitirles exponer sus propios puntos en los que hay que trabajar, para tener una idea más clara de lo que se necesita en la relación.
 
Límites claros y sanos
Lo primero que hay que saber es que los límites nunca deben tener la intención de controlar o de cambiar a la otra persona, más bien son para proteger a quien los establece y para tener una mejor convivencia.
 
Hay que tener límites en el trabajo, en las relaciones, con la familia y los amigos, que más bien tienen que ver con lo que estás dispuesto o no a aceptar en las relaciones. Por ejemplo, un límite puede ser el no querer pasar tiempo con personas tóxicas o que sacan la peor versión de ti, pero no pueden ser, por ejemplo, sobre lo que tu pareja puede hacer, usar o las amistades que puede tener.
 
Practicar la gratitud
Tener el hábito de practicar la gratitud puede ayudarte a poner las cosas en perspectiva, a identificar lo bueno que tienes en la vida y en tu relación, a valorar las cosas, momentos y personas, y a darte cuenta de que no todo es malo y no todo es problemático.
 
Puedes tener una especie de diario o incluso un ritual de la mañana donde puedas pensar en las cosas por las que estás agradecido, para que no solo te enfoques en lo que no te gusta de una situación o relación, sino también en las cosas que aprecias y te gustan.
 
Crear rituales para una buena convivencia
Pasar tiempo juntos es importante para fortalecer el vínculo y la intimidad, pero es mucho mejor cuando ese tiempo se invierte en cosas que se disfrutan, y ahí es donde los rituales pueden ayudar.
 
Por ejemplo, puedes tener un ritual para lavar los platos el fin de semana, para tener una conversación antes de dormir o incluso para asegurarte de tener suficiente tiempo y espacio para tener citas regularmente, la idea es que las “tareas” se vuelvan tan automáticas como sea posible, y que se puedan tener momentos para hacer cosas que se disfruten.
 
Buscar ayuda profesional
Hay problemas que solo se pueden resolver con un poco de ayuda, por eso existe la terapia y la terapia de pareja, donde se puede trabajar con un experto para buscar mejores soluciones, para tener un espacio seguro para hablar de los problemas o incluso para encontrar las palabras para definir lo que está sucediendo y lo que se quiere cambiar o trabajar.