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salud

¡A festejar!, pero sin excesos

Reforma | 20/12/2023 | 15:56

Sobre la mesa hay pavo, pierna, tamales, pozole, menudo, churros, buñuelos, ponche, atole... ¿cómo resistirse a tanto?
 
 En estas fiestas decembrinas es bastante común comer más de la cuenta y más allá de un incremento en el peso, los excesos pueden traer repercusiones a la salud que van desde malestares estomacales, hasta enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.
 
 Los efectos son más evidentes a principios de año, cuando los médicos reciben a pacientes con síntomas relacionados con estos hábitos de la temporada.
 
 "En estas fechas navideñas, el consumo de alimentos más ricos en calorías, y más altos en grasa y azúcares, contribuyen primero a un aumento de peso y, como consecuencia, a problemas de salud, también", señala la nutrióloga Andrea Fraga.
 
 "Hay personas que desde noviembre empiezan a tener un descontrol, mínimo son 20 días de tener excesos, entonces llega el inicio de año y ya traen (afectaciones)".
 
 Quizá no pasa nada si en algunas ocasiones se come un poco más de lo usual u otra rebanada de postre, pero cuando estos "extras" se convierten en algo que se toma a diario o muy frecuente, el cuerpo podría resentirlo.
 
 Entre lo más usual, que incluso se observa desde antes que finalice el año, son los problemas digestivos, acompañados por dolores de cabeza y falta de energía.
 
 "Las primeras consecuencias son problemas en el tracto gastrointestinal", apunta Ricardo de León, médico internista en el Centro Médico Hidalgo.
 
 "Desde una gastritis, que es la inflamación del estómago, y se pueden sentir náuseas o ardor en la boca del estómago, a veces puede llegar hasta el vómito. Tras la gastritis está la colitis, (debido a) la dieta en exceso de grasas y carbohidratos, de irritantes y alcohol".
 
 Es común que las personas cedan ante los excesos, bajo la creencia de que al comenzar al año se pondrán a dieta o se apuntarán al gimnasio.
 
 Sin embargo, el problema va más allá de lograr o no perder los kilos ganados, pues cambios tan extremos en la alimentación, de abundancias a deficiencias, así como fluctuaciones bruscas en el peso, no son lo más ideal para el cuerpo.