El tráfico es probablemente uno de los enemigos principales de cualquier persona que habita en una ciudad grande o en un territorio congestionado. Y es que muchas veces, ni siquiera es imprescindible que alguien habite en un lugar extenso o densamente poblado, sino que basta con que la infraestructura de un espacio no esté bien diseñada para que los coches se encuentren en atascos con frecuencia, causando mucha frustración.
Por ejemplo, hay ciudades pequeñas que se encuentran con mucha centralización de sus ofertas de trabajo y entretenimiento en ciertas zonas, como los centros, lo cual causa tráfico incluso si no hay tanta gente, pues todos tienen que acudir a territorios similares por las mismas vías de transporte. También, hay ciudades como la Ciudad de México que, aunque sean muy grandes en distancias, tienen a generar tráfico por temas de centralización en ofertas de trabajo y entretenimiento, sumadas a una densidad poblacional significativa.
Basta recordar que en 2021, una persona en la Ciudad de México perdía casi dos días completos a lo largo de un año atorado en el tráfico. Una cifra que seguramente aumenta conforme más trabajos solicitan acudir a oficina de forma presencial y más escuelas vuelven a la normalidad. Y ¿cómo afecta todo esto a la salud física y mental?
Aumento de estrés
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Science, el estar atorados en el tráfico constituye una de las actividades más desagradables para las personas, ya que no se trata solo de una pérdida de tiempo, sino que muchos notan los efectos de esto en sus niveles de estrés. De entrada, por tener que dedicar tiempo a una actividad que no les provoca placer y también, porque les resulta difícil pensar en formas de evitar este momento desagradable, generando estrés.
Sensación de impotencia
Otro malestar emocional del tráfico es la sensación de impotencia que le provoca a muchos conductores el estar atorados en el tráfico, ya que existen pocas alternativas para evitarlo y muchas veces, las vías paralelas también están congestionadas. Otro de los factores que causa impotencia del tráfico es su factor impredecible, pues incluso si sabemos que habrá cierto tránsito en el camino, en más de una ocasión podremos encontrarnos con un accidente, una construcción o algún factor que lo haga peor. También causa impotencia el saber que el tráfico no se detendrá en los próximos años.
Dificultades para tomar decisiones
Al estrés que genera el tráfico hay que sumarle las complicaciones que provoca al momento de tomar decisiones. Por ejemplo, puede ser que quieras conocer algún nuevo museo, pero te frena el imaginar el tiempo que harás para llegar. También, un análisis del Instituto de Transportación de la Universidad de Texas A&M demostró que algunas zonas como Los Ángeles, las personas sienten más preocupación por el tráfico que por otros factores de vida como la inseguridad, las finanzas o los costos de la vivienda, haciendo difícil una mudanza por temor al tráfico. En la Ciudad de México, muchas personas tienen que elegir su vivienda a partir de su trabajo, pero los costos no siempre son asequibles.
Conductas agresivas
Un estudio publicado en la revista Journal of Public Economics reveló que la congestión vehicular está relacionada con la violencia doméstica. En sus resultados, mostró que entre 2011 y 2015, el tráfico intenso de la tarde en las dos carreteras más importantes de Los Ángeles aumentaba la incidencia de violencia doméstica por la noche un nueve por ciento aproximadamente.
Pérdidas monetarias
Para la sociedad, el costo total del tráfico asociado con la pérdida de tiempo y de combustible supera los 100,000 millones de dólares anuales.
Problemas respiratorios
Los vehículos detenidos aumentan los niveles de contaminación que causan problemas respiratorios como asma, EPOC, dificultad para respirar, fatiga y hasta presión en el pecho. Estos síntomas se acentúan en niños.
Posibles soluciones
*Busca formas de entretenerte. Sin dejar de mantenerte con atención en el camino y la conducción del auto, puedes probar algunas formas de entretenerte en ese tiempo que pasas en el auto. Por ejemplo, escuchar un podcast que te guste, un audiolibro o incluso una meditación guiada, siempre y cuando no implique cerrar los ojos.
*Conduce en horarios menos congestionados. Sobre todo, si sabes que en tu ruta existen horarios con menos personas. Aprovecha el tiempo que pueda sobrar para adelantar el trabajo, leer un libro, hacer ejercicio, tomar un café o simplemente descansar, pero procura salir antes de casa y así evitar el tráfico.
*Cambia tu ruta. A veces es complicado encontrar una ruta libre de tráfico, pero quizá es cuestión de explorar opciones y calles paralelas para ahorrarse algunos minutos.
*Opta por alternativas de transporte: Si tienes oportunidad de llegar al trabajo o a donde vayas en bicicleta o caminando, verás que ahorras tiempo y además haces ejercicio, lo cual te dará mucha satisfacción física y mental. También puedes probar con opciones de transporte público en donde puedes aprovechar el tiempo de mejor manera y ahorrar dinero.
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