La clave del té de moringa para controlar la presión arterial estaría en dos sustancias que contiene esta planta, sin embargo, debes aprender a tomarlo en una temperatura adecuada y en una dosis moderada
En publicaciones anteriores, te mencionamos algunos remedios caseros que podrían funcionar para bajar la presión arterial, como el agua de vainilla, por ejemplo. Pero una bebida que promete resultados maravillosos es el té de moringa.
La moringa es un árbol originario de la India y Pakistán, que crece en tierras calientes, y del que se puede aprovechar todo: fruto, semillas, raíz, corteza, hojas y ramas.
Los principales beneficios se centran en sus antioxidantes y minerales, ofreciendo beneficios antidepresivos, antiinflamatorios, antivirales, e incluso antimicóticos. Pero otras bondades, menos generalizadas, también ayudan frente a condiciones como la hipertensión.
Cuán efectivo es el té de moringa para bajar la presión arterial
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la clave del té de moringa está en dos sustancias: isotiocianato y niaziminina.
Estas ayudan a detener el engrosamiento de las arterias, lo cual evita que la presión arterial aumente, siendo una buena aliada para regular los niveles que marca un tensiómetro.
Sin embargo, los expertos aclaran que deben realizarse investigaciones más profundas. Por tal motivo, el té de moringa no es sustituto de algún tratamiento clínico contra la hipertensión, e incluso, es recomendable que consultes con tu proveedor de atención médica antes de consumirlo.
Además, en caso de que decidas tomarlo, lo mejor es que sea una bebida fría o a temperatura natural, es decir, no preparar una infusión. El doctor Mark Olson, del Instituto de Biología de la UNAM, señala que al calentar las hojas de moringa destruyes las enzimas que otorgan los beneficios.
En este sentido, te recomendamos agregarle de 3 a 5 gramos de hoja seca a cada litro de agua, esperar unos 30 minutos, y consumirlo como una bebida normal, sin calentarla ni enfriarla.
Finalmente, no te excedas de una dosis moderada, puesto que consumir moringa en grandes cantidades puede provocar alteraciones reproductivas y otros daños a la salud, debido a la alta concentración de isotiocianato.
