La cara es nuestra mayor carta de presentación al mundo, y cuidar la piel del rostro puede ser importante para sentirnos bien con la imagen que proyectamos. La piel alrededor de los ojos es especialmente sensible, pues es más fina que la que tenemos en otras partes del cuerpo.
Esa sensibilidad hace que la zona sea más propensa a generar efectos que estéticamente no quedan bien, pero que con ciertos trucos y prevenciones pueden dejar de ser un problema. Son lo que se conocen como las ojeras y las bolsas en los ojos, que aunque tengan elementos en común son fenómenos diferentes.
Diferencia entre ojeras y bolsas en los ojos
A simple vista, las ojeras y las bolsas parecen prácticamente lo mismo: una especie de marcas que aparecen debajo de los ojos. Sin embargo, sus causas son totalmente diferentes: mientras que las ojeras se producen por una producción de melanina que provoca cambios en la coloración de la piel y la vuelve más oscura, las bolsas aparecen al acumularse sustancias como líquidos y grasas, que van llegando ahí desde otras zonas cercanas al ojo.
Las ojeras aparecen más fácilmente por falta de sueño, por un estilo de vida poco saludable, por una mala circulación sanguínea, por padecer mucho estrés o por no hidratarse lo suficiente, entre otras causas. Por su parte, las bolsas suelen verse más en personas de edad avanzada, después de que el líquido y las grasas se acumulen con el paso de los años, aunque en este caso también pueden acelerar su aparición factores como dormir poco, sentirse cansado o fumar.
Trucos para eliminar ojeras y bolsas
Hay una variedad de trucos para deshacerse de ambos problemas. Para empezar, llevar a cabo medidas como dormir las horas suficientes, beber más agua, hacer más ejercicio, o moderar o suprimir el consumo de alcohol y tabaco, pueden ayudarnos enormemente a combatir los dos fenómenos de los que hablamos.
Y si buscamos trucos específicos para cada uno de ellos, en el caso de las ojeras existen métodos que se han extendido a lo largo de los años como ponernos unas rodajas de pepino sobre los ojos durante 15 o 20 minutos. Si realizamos este proceso como mínimo una vez a la semana, es probable que empecemos a notar resultados. Otras alternativas al pepino son colocar sobre nuestros ojos bolsas de té o compresas frías.
Reducir el tiempo que pasamos frente a las pantallas, así como no acercanos tan de cerca a ellas, también puede ser de gran ayuda para que las ojeras no se ceben tanto con nosotros.
En cuanto a las bolsas de los ojos, una de las recomendaciones habituales es aplicar frío en la zona afectada, y en esto también puede ayudarnos el pepino (mejor si lo habéis congelado antes) y las compresas. Además, existen multitud de cremas diseñadas para hidratar esa zona de debajo de los ojos, que pueden marcar la diferencia para que dejemos de tenerla tan hinchada.
De todos modos, la mayor clave es llevar una vida sana, en la que tengamos una alimentación equilibrada y rica en vitamina C, y nos mantengamos activos pero al mismo tiempo descansemos lo suficiente cada día.
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