Más allá del otoño y sus características calabazas (sobre todo durante Halloween y el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos), cada vez hay más estudios que alaban las bondades de este fruto de cáscara dura de color anaranjado que lleva cultivándose desde hace miles de años. Las calabazas, científicamente conocidas como Cucurbita, son un tipo de calabaza de invierno originaria de América del Norte. Son parte de la familia Cucurbitaceae, que incluye pepinos, melones y calabacines.
Detrás de su sólida carcasa se esconde un amplio tesoro de nutrientes y beneficios para nuestro organismo que hacen que la calabaza sea considerada un superalimento. Más allá de su delicioso sabor, la calabaza es nutritiva y está relacionada con muchos beneficios para la salud. Ahora veremos las razones por las que deberíamos incorporar más calabaza a la dieta, y no solo en temporada, sino durante todo el año.
Es rica en vitaminas y minerales
Las calabazas cuentan con un gran volumen de vitaminas y minerales. En particular, son una excelente fuente de vitamina A, que también le otorga ese particular tono vibrante gracias al betacaroteno, un tipo de carotenoide que el cuerpo convierte en esta vitamina; no en vano, una taza de calabaza contiene más del 200% de la ingesta diaria recomendada. Este tipo de vitamina es crucial para la salud ocular, el sistema inmunológico y la piel. Se sabe que las personas con deficiencia de vitamina A pueden tener un sistema inmunológico más débil. Pero esto no es todo: también puede proteger la visión. La calabaza es rica en nutrientes que se han relacionado con una vista mejor a medida que el cuerpo envejece (de nuevo, hay evidencia que muestra que el déficit de vitamina A es una causa muy común de ceguera en las personas). Por ejemplo, es una excelente fuente de luteína y zeaxantina, dos compuestos relacionados con menores riesgos de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) y cataratas.
Pero la calabaza aporta más vitaminas, como la C y la E. La vitamina C es conocida por sus propiedades de estimulación inmunológica y su capacidad para aumentar la producción de colágeno, lo que ayuda a mantener la salud de la piel y la cicatrización de heridas; la vitamina E, por su parte, es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células del daño de los radicales libres.
Ideal para la pérdida de peso
Al tener casi un 94% de agua, las calabazas son bajas en calorías, pero ricas en fibra dietética, y este tipo de alimentos ricos en fibra pueden promover la sensación de saciedad, lo que, a su vez, podría reducir la ingesta total de calorías. En pocas palabras, la calabaza es un alimento apto para perder peso porque se puede consumir más cantidad que otras fuentes de carbohidratos, como el arroz y las patatas, pero aun así seguiríamos consumiendo menos calorías. Para muestra un botón: un cuarto de calabaza tiene menos de 50 calorías. Y la cantidad de fibra que posee puede ayudar a frenar el apetito al ralentizar la velocidad de la digestión y hacer que nos sintamos llenos durante más tiempo.
Es buena para el corazón
A pesar de que las semillas de calabaza suelen ser consideradas un subproducto de la misma, también tienen unas propiedades excelentes. Las semillas de calabaza son una gran fuente de magnesio, esencial para diversos procesos fisiológicos, incluida la regulación de la presión arterial, que puede favorecer la salud del corazón. Es rica en potasio, y este mineral juega un papel crucial en la salud del corazón: ayuda a regular los latidos y asegurar la contracción del músculo liso. Una dieta rica en potasio puede contribuir a reducir la presión arterial alta, un importante factor de riesgo de enfermedad cardiaca, al contrarrestar los efectos del sodio en el cuerpo. vitamina C y fibra, que se han relacionado con beneficios para el corazón. También tiene un alto contenido de antioxidantes, que pueden proteger el colesterol LDL, el malo, de la oxidación. Este proceso hace que las partículas del colesterol LDL se acumulen a lo largo de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede restringir estos y aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca.
Puede reducir el riesgo de cáncer
La ingesta dietética de calabaza ha sido asociada a una disminución de ciertos tipos de cáncer. Su alto contenido de carotenoides quizá es a quien debamos este fabuloso beneficio, y los estudios sugieren igualmente que podría haber una disminución del riesgo de cáncer de mama, estómago, garganta y páncreas entre personas con un alto consumo de estos compuestos.
Es buena para la piel
Sus nutrientes son excelentes para cuidar la piel y mantenerla sana. Por un lado, tiene un alto contenido de carotenoides como el betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A y que pueden actuar como bloqueador solar natural, y los carotenoides se transportan a varios órganos, incluida la piel. Por si esto fuera poco, como es rica en vitamina C, también apoya una piel sana que el cuerpo necesita para producir colágeno, una proteína que la mantiene fuerte y saludable.
¿Qué contiene una taza de calabaza cocida? (unos 250 gramos)
Calorías: 49
Grasa: 0,2 gramos
Proteína: 2 gramos
Carbohidratos: 12 gramos
Fibra: 3 gramos
Vitamina A: 245% de la ingesta diaria de referencia (IDR)
Vitamina C: 19% de la IDR
Potasio: 16% de la IDR
Cobre: 11% del IDR
Manganeso: 11% de la IDR
Vitamina B2: 11% de la IDR
Vitamina E: 10% de la IDR
Hierro: 8% de la IDR
Y, finalmente, pequeñas cantidades de magnesio, fósforo, zinc, folato y varias vitaminas B.