Los ingresos propios, una clave financiera actual y futura (I)

CUANDO USTED TENGA LA oportunidad de leer esto, estimado lector, hágame un favor: trate de hacer un esfuerzo de colocarse en la etapa o época en que andaba noviando en su juventud o bien, en las primeras salidas con sus amigos. Aquella época en que experimentaba sus primeros gastos “personales” que implicaban un esfuerzo adicional a lo que tradicionalmente derrochaba en Usted. ¿Me sigue? Colóquese en ese momento de juventud (reciente o relativamente pasada) en que descubrió la importancia del dinero y que tenía que hacer un esfuerzo adicional para invitarle algo a la novia (el cine, un café, lo que fuera) o bien, que implicaba “la coperacha” con los amigos para la fiesta. ¿Ya está en ese espacio/etapa de su vida?

QUIERO SUPONER QUE, EN ESE momento de su existencia, descubrió que el dinero que llegaba a usted (ya sea una “mesada” de sus papás o un trabajo sencillo) no era suficiente para cubrir esos gastos. Necesitaba gastar en usted (ropa, escuela, alimentos, etc.), cubrir el costo de actividades con la pareja y también, por qué no, tener algo para lo que se presentara con los amigos. Ya no digamos si usted tenía su primer cochecito, o descubrió que le gustaba viajar, escuchar música de un género determinado o leer cosas específicas… y todo aquello costaba. Así que, ¿cómo le hacía para cubrir esos costos?

SÍGAME EN ESTE ESCENARIO: Usted es un joven que, por el simple hecho de estudiar, sus papás le dijeron que su única responsabilidad como integrante de la familia era estudiar, que le fuera bien en la escuela con calificaciones aprobatorias y sin reportes o quejas; eso significaba que los costos de vestido, alimentación y vivienda, además de la colegiatura, estaba cubierto por sus progenitores, así que estaban resueltos “los costos” de su existencia. Pero todo cambió cuando creció y dimensionó la importancia del dinero. Ahora usted tenía que hacer un esfuerzo adicional a lo ordinario para tener una “lanita extra” y lo que fuera de sus gustos, ya empezaba a correr por su cuenta: “me gusta esa camisa verde limón”, “cómprela con su dinero”; “los amigos quieren ir al antro”, “páguese su cover; “quiero ir a tal concierto”, “páguese su boleto”. El punto es que todo aquello que estaba fuera del presupuesto familiar, usted, como integrante de esa familia, tenía la oportunidad de buscar el mecanismo -legal, legítimo- para hacerse de la suma que le permitiera sufragar esos gastos “extraordinarios”, “propios” o “distintos” a lo que la familia -sus padres- ya tenía considerado. ¿Me sigue?

DE ESA FORMA FUNCIONA MÁS O menos la coordinación fiscal en nuestro país. Desde un punto de vista de Derecho Constitucional, tenemos una forma de gobierno republicana, con entidades federativas que, al unirse (recuerde usted que formalmente no somos México, somos “Estados Unidos Mexicanos”, de acuerdo con la Constitución), forman el Estado Mexicano. Cada estado del país es una parte del ente mayor (México, la familia) tiene una serie de “derechos y obligaciones” y, entre ellos, está la facultad de generar ingresos propios, es decir, de manejar libremente su hacienda pública (ingresos, egresos) para que pueda allegarse de una serie de recursos (ingresos propios) con los que pueda hacer frente a determinados gastos o necesidades que no alcanza a cubrir con el recurso que proyecta tener en cierto momento.

ES ENTONCES A PARTIR DE ESTA idea que es preciso entender algo: los gobiernos locales (entiéndase por esto gobiernos estatales o de las entidades federativas, y municipios) son dos tipos de entes gubernamentales reconocidos en nuestra Constitución como autoridades y dentro de ello, tiene la potestad de buscar mecanismos para hacerse de recursos adicionales (ingresos propios) a los que obtiene por ser parte de la Federación. Todo esto está considerado dentro del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal.

EN ESTO, DEBEMOS ENTENDER algo: los mecanismos para que los gobiernos se hagan de recursos son de distinta índole; por ejemplo, para financiar lo que será la Ley de Ingresos de la Federación 2024 que acaba de aprobar en semanas pasadas el Congreso de la Unión (ya fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, por si gusta consultarla), los rubros de ingresos son: Impuestos; Cuotas y Aportaciones de Seguridad Social; Contribuciones de Mejoras; Derechos; Productos; Aprovechamientos; Ingresos por Ventas de Bienes, Prestación de Servicios y Otros Ingresos; Transferencias, Asignaciones, Subsidios y Subvenciones, y Pensiones y Jubilaciones e Ingresos Derivados de Financiamientos. ¿Sabe Usted cuáles son los rubros que pueden representar ingresos propios para los estados y municipios de México?

INDEPENDIENTEMENTE DE ELLO, no pierda de vista algo: la circunstancia económico-financiera de varios gobiernos locales, los debe obligar a que refuercen la perspectiva de los ingresos propios con el propósito de cubrir más necesidades de la gente. La lógica de esto es simple: se tiene que hacer el esfuerzo de que todo mundo pague lo que le corresponde a fin de que se pueda solventar una mayor cantidad de necesidades públicas. Y es donde está el detalle: hacer que todos aporten lo que les corresponde. ¿Recuerda Usted lo que pasaba cuando había un acuerdo entre varios amigos para “la coperacha” de las cervezas, y al final había uno o dos que no ponían, o ponían poco? Ah, ¡pero qué tal cuando tomaban!

alfonsodelrealzac@outlook.com