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Descubre las ventajas de la sonoterapia

Como la meditación, la sonoterapia —también conocida como terapia de sonido— poco a poco comienza a abrirse paso en nuestros gimnasios favoritos. La práctica, suave, se llevaba a cabo a la luz de cientos de velas, y una parte meditativa implicaba el uso de cuencos de cristal. Se habla de “sound bath” o “baño de sonido” para describir esta práctica ancestral que consiste en producir vibraciones con el fin de alcanzar un estado meditativo, y a menudo se elogian sus beneficios para combatir la ansiedad y el estrés.
 
Pero, ¿de dónde proviene esta práctica? ¿Cuáles son exactamente los efectos de sus vibraciones en nuestro sistema nervioso? ¿En qué condiciones se llevan a cabo los baños sonoros? ¿Existen beneficios a medio o largo plazo? Hemos entrevistado a Inès Bloch, profesora de yoga que practica la meditación sonora, y a Alex Ruíz, instructor en Yubarta, el espacio dedicado al bienestar del hotel Cayo Levantado, ubicado en la República Dominicana, para responder a estas preguntas. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la sonoterapia para —quién sabe— decidir participar en una sesión de meditación sonora próximamente.
 
¿Cómo funciona la sonoterapia?
 
La sonoterapia puede verse como una técnica de meditación acompañada de sonidos y vibraciones que permiten a los practicantes soltar más fácilmente. Estos sonidos y vibraciones ayudan a calmar el sistema nervioso, a tranquilizar la mente y a recuperar la serenidad. “Tradicionalmente, tales prácticas eran más comunes en regiones como América Latina y Asia. Sin embargo, han encontrado gradualmente su lugar en todo el mundo”, explica Alex Ruíz. “Hoy en día, puedes descubrir centros de bienestar en todo el mundo que ofrecen la sonoterapia como una experiencia completa o que integran sus instrumentos relajantes en otras prácticas de bienestar”.
 
¿Cuáles son los beneficios de la sonoterapia?
“Estas sesiones pueden ayudar y tener un impacto positivo en la salud mental, la capacidad de concentración o incluso en la calidad del sueño de los participantes”, explica Bloch. “Prefiero hablar de relajación o meditación sonora para referirme a mi actividad porque hay muchos malentendidos sobre estas sesiones. Quiero destacar que no se trata de una terapia médica que cure, sino más bien de una experiencia personal que ayuda a las personas a relajarse”.
 
La profesora de yoga practica dos tipos de sesiones diferentes: relajación y meditación. “La relajación implica una escucha activa, mientras que la meditación se centra en una escucha pasiva para llevar a los participantes a un estado cercano a la hipnosis. Esto puede ayudar a las personas que no pueden meditar o relajarse de otra manera”, precisa Bloch. “El individuo se concentra en un elemento externo, el sonido, y no en su propio cuerpo como en la relajación mediante la respiración. La ansiedad y el estrés suelen manifestarse a través de reacciones o sensaciones corporales, por lo que sentirse guiado por algo que no sea nuestro propio cuerpo puede ser reconfortante”.
 
¿Cómo se lleva a cabo una sesión de sonoterapia?
 
La preparación
“La preparación es esencial para optimizar los beneficios de una sesión de curación a través del sonido”, destaca Ruíz. “En el Resort Cayo Levantado, comenzamos las sesiones con una conversación inicial donde descubrimos sus aspiraciones, preocupaciones e intenciones para la sesión. Esta conversación inicia el proceso de relajación y establece una relación de confianza”. Obviamente, la sesión de meditación sonora que se lleva a cabo en el gimnasio o el estudio de yoga probablemente no ofrecerá un recorrido tan personalizado como un hotel de lujo, pero puedes hacer este trabajo por tu cuenta y cuestionar tus expectativas de antemano.
 
El entorno
Debes estar cómodamente instalado y sentirte lo mejor posible físicamente para comenzar una sesión de sonoterapia. “Durante las sesiones, las personas están acostadas en penumbra y en silencio para favorecer una relajación total”, menciona Bloch. “Asegurar el confort físico es una prioridad”, agrega Ruíz. “Se anima a los clientes a instalarse cómodamente, ya sea sentados o acostados sobre almohadas mullidas y tapetes. También se proporcionan mantas ligeras para mantener una temperatura corporal óptima”.
 
Las herramientas
Tradicionalmente, la sonoterapia se practica con cuencos tibetanos de metal y gongs, pero en la actualidad se pueden utilizar diferentes objetos. “Las sesiones que practico pueden durar de 15 minutos a una hora. Utilizo cuencos de cristal, que son una versión más moderna de los cuencos tibetanos, pero también campanas o tambores. Todo puede hacer ‘sonido’, el objetivo es crear una verdadera experiencia sonora”.
 
¿Cualquiera puede beneficiarse de la sonoterapia?
Dependiendo de la sensibilidad de cada persona, los sonidos y vibraciones producidos durante una sesión de sonoterapia proporcionarán sensaciones diferentes, más o menos agradables. Aunque la práctica del baño de sonido puede adaptarse según el perfil de cada individuo, incluso en caso de problemas de audición y sordera porque los instrumentos emiten vibraciones, existen contraindicaciones como la epilepsia, las migrañas, la sensibilidad a los sonidos fuertes, problemas cardíacos, trastornos de salud mental y cirugías recientes.
 
“Las personas con autismo a menudo tienen sensibilidades sensoriales aumentadas y, aunque la terapia de sonido puede ser beneficiosa para algunos, puede resultar una experiencia abrumadora para otros. Las personas con enfermedad de Alzheimer también pueden experimentar ansiedad y agitación”, explica Alex Ruíz. “El conocimiento de la situación médica y psiconeurológica de un individuo es fundamental y, en tales casos, la práctica debe adaptarse a las necesidades específicas del individuo”.
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