He aquí la guía para verse más inteligente al participar en cualquier charla.
A todos nos ha pasado alguna vez que estamos en una reunión social o de trabajo y creemos que no tenemos nada que aportar a la conversación o nada inteligente que decir. Sin embargo, tienes que saber que no hace falta ser un orador experto o tener una gran formación académica para lucir como un hombre inteligente y seguro de sí mismo. Basta con nutrir algunos hábitos y sacar tus mejores dotes a relucir.
De hecho, la habilidad de ser el dueño de una conversación se puede aprender y dominar. Es por eso que en GQ hemos reunido algunos sencillos trucos que puedes utilizar la próxima vez que te sientas nervioso o incómodo en una conversación.
1. Empezar por la postura
Puede parecerte un cliché, pero tu lenguaje corporal dice mucho. La forma en que te proyectas y mantienes la frente en alto, como suele decirse, comunica cómo te sientes en ese momento concreto. Si estás encorvado, puede que demuestres falta de confianza, no solo en lo que dices, sino también en ti mismo. Si, por el contrario, te pones demasiado rígido, con las manos cruzadas, puede parecer que eres inaccesible. ¿El consejo a seguir para verse más inteligente? Encuentra un término medio entre ambos y siéntete cómodo con quién eres y con lo que tienes que decir. Y no olvides la postura, no solo tus compañeros quedarán impresionados, tu espalda te lo agradecerá después.
2. Escucha más
Para parecer inteligente, no siempre hace falta hablar. Escuchar es parte importante de la ecuación si quieres que tus compañeros de conversación te perciban como alguien que realmente se interesa por lo que otros dicen. Contribuye a la conversación cuando realmente tengas algo que aportar. De lo contrario, escucha y haz preguntas reflexivas sobre cosas de las que probablemente no sepas mucho. La mayoría de las veces, la otra persona estará encantada de responder y dar una explicación, sin que te sientas fuera del juego.
3. Reduce las muletillas
Es una tendencia natural utilizar palabras de relleno o muletillas como “um” o “como” en una conversación. Estas palabras pueden hacer que luzcas inseguro de ti mismo o de lo que estás hablando, es por eso que te recomendamos adoptar la elocuencia como tu mantra, pero eso no significa que debas emplear palabras rebuscadas que los demás no entiendan. De hecho, utilizar estas palabras rebuscadas puede hacerte parecer esnob pretensioso en lugar de inteligente.
4. Leer más
Esto es obvio. Leer es la forma más eficaz de volverse inteligente, no solo parecerlo, sino realmente convertirse en un auténtico hombre inteligente y mundano. Eso no significa que intentes leer un libro gigantesco. Lee algo que realmente te guste, ya sea fantasía, ficción o autoayuda. Incluso leer un periódico, o una revista, puede ayudarte a estar al día de los temas de actualidad, dándote materia prima para las conversaciones con colegas del trabajo o amigos. Y no, leer los pies de foto de Instagram y Facebook no cuenta como lectura diaria.
5. Aprovecha tu propia experiencia
Utiliza tu propia experiencia de vida para formar parte de las conversaciones que te rodean. Tanto si esta se trata de viajes como de un campo profesional en el que probablemente estés trabajando o de ser padre o de la vida como soltero en la ciudad, utilizar tus propias experiencias te hace más partícipe de una conversación y hará que la gente escuche lo que tienes que aportar a ella. Una recomendación de un restaurante, una advertencia sobre el bar que visitaste la semana pasada o un consejo de viaje será bien recibido, siempre y cuando lo emitas de una manera respetuosa. Sin embargo, si quieres verte más inteligente, tampoco debes excederte, a nadie la gradan los sabelotodo, mucho menos aquellos que siempre intentan demostrar su superioridad —los conocidos “uno más que tú”—.
