Si tu pareja no es feliz con la relación, probablemente las cosas no van a durar mucho más tiempo y hay algunas cosas que se deben resolver para darle la vuelta a la situación.
Las relaciones se deben trabajar, no hay que dar a la otra persona por hecho o pensar que, porque ya se llegó a un punto estable, entonces ya no hay que esforzarse y seguir cuidando detalles como la comunicación y la convivencia, porque esto puede hacer que empiecen a surgir problemas, inseguridades y muchas otras cosas más que pueden hacer que alguien se sienta insatisfecho o infeliz, y que empiece a pensar en renunciar a la relación.
De hecho, para ser feliz en tu relación, la Universidad de Harvard dice, por ejemplo, que hay que tener ciertos hábitos, como mantener una buena comunicación, escuchar con empatía y tener la costumbre de establecer límites claros, pero también hay que poner atención, analizar las señales de que las cosas no van bien y hacer un chequeo regular, como lo haces con tu salud, para estar seguro de que todo marcha bien.
Lo que pasa es que las personas no podemos estar completamente felices todo el tiempo, muchas cosas pueden afectarnos, para bien o para mal, y hay cosas que no parecen ser graves, pero con el tiempo pueden causar problemas o incluso algo de dolor.
Pero hay un Silver Lining y es que, si atiendes los problemas a tiempo, todo puede mejorar y la infelicidad se puede cambiar por felicidad.
¿Tu pareja no es feliz con la relación? Esto es lo que puedes hacer
Tal vez no es tu culpa que tu pareja no esté feliz con la relación, pero eso no quiere decir que lo puedas ignorar, que debas dejarlo pasar o que no puedas hacer nada para corregir eso, para entender por qué está pasando y para recuperar el ritmo y la satisfacción.
Hay algunas cosas que pueden ser de gran ayuda y que incluso llevan a fortalecer los vínculos, mejorar la comunicación y a darle estabilidad a la relación.
Identifica la causa del problema
No sirve de mucho lidiar únicamente con los síntomas, porque eso es solo una cura temporal que en realidad no elimina la causa, es por esto que, si quieres resolver un problema, necesitas saber de dónde viene, qué lo está causando, con qué se conecta y qué lo detona, así puedes entender cuál es tu papel en todo esto, cuál es el de tu pareja y cuáles son las opciones que tienen enfrente y que pueden llevar a una solución verdadera y profunda.
¿Vale la pena salvar la relación?
Una vez identificada la raíz del problema, se debe tomar una decisión sobre si vale la pena salvar la relación o no, si los dos están dispuestos a trabajar para reparar lo que no funciona y si hay disponibilidad a hacer el esfuerzo.
Hay relaciones que no son buenas, son tóxicas o simplemente no funcionan y no van a llegar a ningún lado, así que a veces es mejor renunciar y avanzar a lo que sigue, pero para eso hay que analizar todo y llegar a una decisión en conjunto.
Habla y escucha
La comunicación es clave para resolver problemas o cambiar lo que está saliendo mal, es importante hablar de manera honesta, abierta, clara y sin miedo, siempre partiendo del respeto a uno mismo y a la otra persona, pero también hay que escuchar con empatía, intentar entender y procesar lo que la otra persona dice, y usar esto como una herramienta para encontrar soluciones y fortalecer vínculos.
Que el cuidado personal sea una prioridad
Si no te sientes bien, entonces no puedes ser una buena pareja y tus posibilidades de sentir felicidad son mucho más bajas, es por esto que los expertos dicen que es importante cuidar de uno mismo, tanto la salud física, como la salud mental.
Esto porque las enfermedades, el estrés y la ansiedad pueden aumentar la infelicidad, y pueden ser algunas de las causas por la que una relación está pasando por un mal momento.
Buscar una solución
No solo hay que hablar y escuchar, conocer el problema y sus causas no sirve de nada si no se busca una solución también, y si no se lleva a cabo y se pone en práctica.
La solución se debe buscar en conjunto, para que todos puedan proponer ideas, actividades, ejercicios o métodos que consideren que puedan ayudar, y también para que se puedan identificar errores y problemas, y no se cometan de nuevo si pueden ser evitados.
No te obsesiones con lo que no puedes arreglar
Hay cosas que no vas a poder cambiar, como las experiencias previas de su pareja, su estrés laboral o sus inseguridades internas, y obsesionarte con arreglar eso, solo lleva a la frustración, a la ansiedad y a más infelicidad.
Es importante dejar ir lo que está fuera del control de cada uno y lo que simplemente no se puede cambiar, para enfocar la atención y la energía en las cosas que sí tienen solución y que dependen de que cada uno las trabaje.
