Margaux es una película que promete dejar sin aliento a los espectadores. La nueva propuesta de ficción aterrizó hace unos días en el catálogo de Netflix y esconde un gran as bajo la manga. La cinta dirigida por Steven C. Miller construye un atractivo entramado de suspense que une los elementos más habituales del thriller con el despliegue de la era moderna liderada por las nuevas tecnologías. El nuevo filme de terror del gigante rojo cuenta la historia de un grupo de amigos universitarios que deciden alquilar una casa inteligente para disfrutar de sus vacaciones. Lo que pretendía ser un fin de semana feliz y despreocupado se convierte en una pesadilla de la que es imposible escapar. Los jóvenes protagonistas se ven seducidos por las infinitas capacidades de Margaux, un sistema de Inteligencia Artificial que lleva el control de todo el hogar.
Sin embargo, los amigos comienzan a darse cuenta de que de lo espectacular muchas veces sale lo siniestro. Las posibilidades de la Inteligencia Artificial esconden algunas poderosas armas que ninguno sabe cómo enfrentar. Los protagonistas intentan unir fuerzas para salir ilesos de aquella casa, pero no será tan fácil como ellos creen. La película de terror pone sobre la mesa el riesgo y peligro de la alta tecnología.
Tecnología criminal
Los espectadores son testigos de una historia que mantiene la intriga a lo largo de todo el metraje, mientras se acercan con sigilo y un tono siniestro a la hostilidad de la tecnología. Se trata de un tema muy recurrente en nuestras vidas, ya que vivimos rodeados de pantallas. Muchas veces no somos conscientes de la amenaza que supone estar sometidos a la era digital y dejar la vida en manos de una máquina creada por ordenador. En este caso, la maldición la origina una impresora 3D gigante.
Este prometedor slasher convierte en asesina a una Inteligencia Artificial, por lo que destaca como una propuesta diferente en las plataformas, donde hay muchos títulos que se escapan de nuestras retinas. Margaux está protagonizada por Richard Harmon, Lochlyn Munro y Madison Pettis.
