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5 cosas que debes hacer para un viaje de lujo en Guadalajara

GQ | 05/12/2023 | 12:34

Esta es una de las ciudades más importantes de México y hay muchas cosas por ver, hacer y probar.
 
Viajar por México es tan increíble y sorprendente como viajar a cualquier otro destino del mundo, y visitar Guadalajara es una de esas cosas que todos deberían hacer al menos una vez en la vida (aunque hay muchas razones para querer volver).
 
Guadalajara tiene un ritmo más tranquilo, lento y en calma, pero es una ciudad llena de vida, de secretos ocultos, detalles con mucha historia, tradiciones, colores, buena comida y mucho arte (después de todo, personajes como el Dr. Atl, José Clemente Orozco y Guillermo del Toro nacieron aquí), y eso la convierte en una de las ciudades más interesantes, diversas e importantes del país.
 
Tal vez no es un destino turístico tan popular como Oaxaca (hogar de La Guelaguetza) o Chiapas (donde encuentras ruinas que parecen atrapadas en el tiempo), que cada año se llenan de viajeros extranjeros y nacionales, pero no ir a esta ciudad es como saltarte uno de los capítulos más importantes de tu serie o libro favoritos, y una vez que la visitas descubres por qué.
 
Esta es una ciudad moderna, pero también tradicional, es el hogar de la torta ahogada y del tejuino, y hay muchas cosas para ver, explorar, probar y descubrir, y la mejor parte es que no hay que hacer un largo viaje o gastar demasiado para descubrir todo lo que ofrece.
 
Qué hacer en Guadalajara: 5 puntos que no te deben faltar
 
Bruna - para una nueva cocina mexicana
 
 
Entrar en Bruna es como entrar en una pintura surrealista. Las paredes están llenas de arte, los jardines parecen sacados de las pinturas de El Bosco y los espacios están diseñados para crear un ambiente de privacidad, pero también de magia.
 
Bruna no es solo un regalo para la vista, sino para todos los sentidos, donde la gastronomía y la mixología conviven de manera natural. Óscar Garza es el chef (o más bien el genio) detrás del menú de Bruna, que propone una cocina mexicana que hace un tributo a lo tradicional y a lo clásico, pero con un giro innovador y sabores irresistibles.
 
El restaurante es famoso por sus pruebas de 10 moles diferentes, pero lo que sale de la cocina de postres es algo que te vuela la mente, mientras que la mixología te hace sentir como si estuvieras en el laboratorio de un científico loco (en el mejor de los sentidos). Aquí cada platillo se construye con cuidado, con atención y pensando en crear una explosión de sabores en el paladar, que te dejan con ganas de volver una y otra vez.
 
Octo - para una cocina de mar innovadora
 
 
Octo es, sin lugar a dudas, uno de los mejores restaurantes de Guadalajara y de México. El restaurante tiene un premio de la UNESCO por su extraordinario diseño, lleno de elementos geométricos, ladrillos hexagonales y escaleras que recuerdan a las pirámides o a la escalera infinita de Escher.
 
Este restaurante es hermano de Bruna, está lleno de arte (incluyendo una serie de pequeñas esculturas que vigilan el lugar, como las gárgolas de las catedrales góticas, de la artista Sofía Crimen), pero además de contar con un gran impacto visual, también tiene comida extraordinaria. Aquí, el Chef Óscar Garza hace cosas increíbles con productos del mar, como el ceviche de leche de tigre o la pasta con tinta de calamar, donde las texturas, los sabores y los elementos geométricos juegan para crear una experiencia que no se puede olvidar.
 
Es recomendable ir con mucha hambre, ya que hay mucho que probar, los platillos son abundantes y los postres son el cierre perfecto para la comida, y en ellos también hay una gran atención al detalle, a la creatividad y a la armonía de los sabores.
 
El Príncipe Heredero - para la tradición de las tortas ahogadas
 
 
La buena comida no solo se encuentra en los restaurantes más elegantes, a veces puedes encontrarla en un puesto en la calle que se llena de locales que hacen fila para probar sus creaciones.
 
Un ejemplo claro es el de El Principe Heredero, donde se preparan las mejores tortas ahogadas de la ciudad, con el tradicional birote y bañadas en una salsa de tomate picosita. Estas tortas han sido parte de la historia de la ciudad por años y son de esas comidas que te dejen satisfecho por un largo tiempo, para que puedas salir a recorrer la ciudad con energía y listo para caminar.
 
Estas tortas no son sofisticadas o pretenciosas, son tradición y son una de esas cosas que no puedes dejar de probar al visitar la ciudad, seguido, tal vez, de un tejuino, que es una bebida a base de maíz que puede complementarse con un poco de nieve de limón.
 
Un recorrido de museos (y las galerías de Octo y Bruna)
 
 
La Ciudad de México es una de las ciudades con más museos en el mundo, pero Guadalajara también tiene una buena selección.
 
Además del Centro Histórico, lleno de grandes ejemplos de la arquitectura, la historia y las tradiciones, la ciudad tiene museos como el Museo Regional de Guadalajara, el Museo Cabañas (que se encuentra en el famoso Hospicio Cabañas y también vale la pena por su arquitectura), un museo de cera, otro dedicado al periodismo y el museo de las Artes Universidad de Guadalajara, donde puedes ver todo tipo de obras de diferentes estilos y tiempos.
 
Y si quieres unir buena comida y arte, entonces no puedes dejar de visitar las galerías de los restaurantes Octo y Bruna, donde se exhiben obras, que se pueden comprar, de artistas tapatíos contemporáneos, que son un testamento a la importante escena artística y creativa de la ciudad.
 
Tlaquepaque - para la experiencia de un pueblo mágico
 
 
Puedes visitar un increíble pueblo mágico sin alejarte demasiado de la ciudad. Tlaquepaque, que se encuentra a solo 15 minutos de la ciudad, está lleno de artesanías, callecitas por las que puedes caminar, comida tradicional, arte, tienditas para comprar todo tipo de productos, unos cuantos museos y galerías, restaurantes y música.
 
El Museo Regional de cerámica es una parada obligada, junto con el Jardín Hidalgo y los distintos templos históricos que se encuentran ahí. Si quieres verlo en sus mejores momentos, puedes visitarlo en alguna de sus temporadas festivas, como alrededor del 30 de octubre, con la celebración del Día de Muertos, o en noviembre y diciembre para el festival de invierno. Aunque es un lugar que tiene mucho que ofrecer durante todo el año.