La iglesia de San Agustín se comenzó a construir en 1603 pero no fue completada hasta 1682.
La orden de los Agustinos fue la responsable de esta obra y el conjunto, igual que el resto de los evangelizadores que llegaron a el San Luis que se fue, incluía un convento y una huerta.
Uno de los íconos de este templo es su torre mayor, que fue construida a fines del siglo XVII y contrasta con la torre del lado izquierdo que es pequeña y de mampostería que era parte de la capilla lateral.
La fachada está compuesta de dos cuerpos, en de la izquierda tiene dos nichos en forma de concha, flanqueados con pilastras de estilo toscano con las imágenes de San Agustín y Santa Mónica; en el de la derecha están las imágenes de San Nicolás y Santa Rita.
Destaca por su hermosura la puerta de la Sacristía y un lavabo de estilo churrigueresco. La salida de la Sacristía está considerada una de las más bonitas de la ciudad, ya que tiene una cúpula de seis gajos que no fue reemplazada en la época en que todo fue cambiado a estilo neoclásico, por lo que conserva los ángeles danzantes que la hacen única.
Fotos: El Arcón de los Abuelos