Viernes 3 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Los verdaderos retos de Xochitl

José Luis Solís Barragán | 24/11/2023 | 20:53

Xóchitl Gálvez surgió como una candidatura fresca en un momento en que la elección parecía ya estar definida en favor de MORENA, su participación se justificó como una opción que no pertenecía a la partidocracia tradicional y que tenía la destreza de hacer frente al hombre que monopolizó la agenda pública por años.

Xóchitl, más allá de pretender señalar si fue un fenómeno o no, la realidad es que representó una esperanza que se necesitaba;generó altas expectativas entre aquellos que querían un cambio o incluso en aquellos desencantados de la transformación morenista.

Es indudable que una elección que se vislumbraba aburrida y monótona encontraba un espacio para hacer una reflexión interesante que giraba en torno a la expectativa de que la ciudadanía, podría tener la capacidad para desplazar a las cúpulas partidistas y sus formas tradicionales de hacer política.

La personalidad de Xóchitl permitió envalentonar a ciertos sectores sociales que estaban desencantados de la política, el Frente opositor desplazó en gran medida el proceso interno del oficialismo y la actitud presidencial abrió el espacio a la especulación sobre la confianza que tenía Andrés Manuel en ganar la elección con una cómoda ventaja.

Sin embargo, es indudable que ciertos pronósticos que se han realizado en este y otros espacios, empiezan a encontrar un sustento mucho más robusto, con lo que aquella esperanza corre el riesgo de desdibujarse ante una candidatura que no logra su consolidación.

El primer gran reto de Xóchitl era lograr que su irrupción en la política no fuera efímera, que su frescura le permitiera aguantar lo que era claro sería una carrera de resistencia y no de velocidad, que su estrategia de ser contestataria evolucionara a ser quien definiera el ritmo de la agenda.

El segundo reto no sólo para Xóchitl, sino para el Frente opositor era lograr una articulación que permitiera vislumbrar que la alianza tenía la posibilidad de trascender del ámbito electoral a la realidad gubernamental.

La complejidad no era menor, ya que requería que los intereses personales y partidistas se desplazaran, que se encontrara una base común que permitiera sentar las bases de un proyecto de nación, pero además que se pudiera dar cauce a las demandas internas de los partidos que por décadas habían sido antagónicos y que en las células regionales no se vislumbraba una capacidad real de tolerancia para jugar entre ellos.

Este proceso por supuesto tendría como culminación la designación de las candidaturas, pero se necesitaba un planteamiento que construyera un compromiso amplio de los actores, para que no se viviera la percepción de fuga de capitales políticos, que pusiera en la lona la posibilidad de ser competitivos.

El tercer reto y más importante era que Xóchitl realmente se constituyera como una candidata ciudadana, que su frescura eclipsara decisiones cupulares y que hiciera valer su peso como coordinadora del Frente Amplio por México, que las “nomenclaturas” partidistas se percibieran como acompañantes del esfuerzo ciudadano y no como los actores determinantes.

Estos retos son grandes pendientes que tiene la candidatura de Xóchitl, en muchos casos, era claro que podían cimentar sus bases, previo al arranque de la campaña, por lo que ahora a marchas forzadas deberá mostrarse con la capacidad de ser competitiva.

Ya arrancaron las precampañas y el último reto para el Frente, es consolidarse en el segundo lugar y con posibilidades de crecer, de lo contrario, la esperanza que se generó hace algunos meses, podría convertirse en el fracaso estrepitoso que los partidos pretendían evitar.

Xóchitl debe reconstruir su fuerza y discurso, pero no debe olvidar que la esperanza ciudadana la colocó ahí, aún contra las embestidas de Palacio Nacional y el desdén de las cúpulas partidistas.
¿Logrará estar a la altura de las expectativas generadas? Es ahí la gran duda.

@josesolisb